La Reencarnación de un Héroe | Naruto x Kaiju No.8

Capítulo 4: El Héroe y el Anciano

Naruto avanzaba rápidamente por las calles destruidas, cargando a un anciano con la pierna herida. Mientras corría, sus pensamientos giraban en torno a lo que había sucedido. Su fuerza, velocidad, agilidad y los cinco sentidos se habían incrementado notablemente después de haber superado la situación con la niña. Pensaba en el poder que había ganado, en lo que significaba y en cómo podía usarlo para salvar más vidas.

Absorbo en sus pensamientos, no se dio cuenta de que un auto en llamas caía hacia él. En el último segundo, Naruto reaccionó y esquivó el auto, pero la explosión que siguió lo lanzó hacia atrás. Afortunadamente, logró evitar que el anciano sufriera algún daño.

—¿Está bien?— preguntó Naruto, ayudando al anciano a ponerse de pie.

—Sí, gracias, muchacho,— respondió el viejo, con gratitud en sus ojos.

—Continuemos, no falta mucho,— dijo Naruto con una gran sonrisa, y siguió avanzando por la ciudad destruida.

—No pareces un oficial o alguien que trabaja como rescatista— dijo el anciano mientras iban a una velocidad increíble, era sorprendente como el chico no tenia dificultad en llevarlo encima.

—Nop— responde con una sonrisa mientras salta un balde en llamas.

—¿Por qué me salvaste?— Preguntó seriamente, sintio como la velocidad bajaba lentamente.

—Porque es mi código de exterminador— responde en voz baja, casi en un susurro, el anciano se sorprende por sus palabras, pero tiene un cara de Poker.

—¿Código de exterminador? ¿Qué rayos se supone que es eso?— Pregunta curioso y sin entender a que se refería. Pero, en el camino, encontró un carrito de supermercado abandonado y tuvo una idea.

El anciano, al darse cuenta de lo que Naruto planeaba, empezó a sudar. —No, no, no, ni lo pienses,— repetía una y otra vez, pero ya era demasiado tarde. En el siguiente momento, Naruto lo había colocado en el carrito y empujaba a toda velocidad por las calles.

—¡Ten cuidado! ¡Más despacio!— gritaba el anciano, mientras Naruto disfrutaba del viento recorriendo su cara. La velocidad a la que iban era emocionante para Naruto, pero para el anciano era todo lo contrario.

De repente, el panorama de Naruto cambió drásticamente cuando vio un kaiju residual caminando hacia el refugio temporal donde había dejado a la niña y al resto de las personas. Su mundo parecía caerse mientras se detenía bruscamente.

El anciano, sufriendo por el repentino cambio de velocidad, tocándose su pecho que había sufrido más daño.

—¡Oye, mocoso idiota, ¿Qué demonios sucede contigo?! ¡Pude haberme caído!. Sin embargo, sus gritos llamaron la atención del kaiju residual, una criatura con aspecto de dragón de Komodo. La criatura giró su cabeza hacia ellos, sus ojos llenos de amenaza.

Naruto respiró profundamente, analizando la situación. Sabía que no podía dejar que esa criatura alcanzara el refugio. Sin importar el peligro, debía proteger a las personas que estaban allí. Lentamente dejó al anciano en un lugar seguro y se preparó para enfrentar al kaiju, su mente clara y su determinación más fuerte que nunca.

—Quédate aquí. No dejaré que te haga daño,— le dijo al anciano, y comenzó a avanzar hacia el kaiju residual. Sentía que el poder dentro de él ardía con fuerza, dispuesto a proteger a quienes amaba y a cumplir con su promesa de convertirse en un verdadero héroe.

—¡No puedes hacerlo, ni siquiera eres un miembro de la Fuerza de Defensa!— replica asustado el anciano, temía por el futuro del joven que lo había salvado previamente.

—Lo siento— se disculpa en un susurro, poniéndose de pie mientras caminaba para girar en una esquina.

—Pero mi código de Exterminador se basa en evitar la mayor cantidad de muertes— Termina por decir, con una expresión decidida y fuego saliendo de sus ojos con una voluntad enorme.

—¡Yo los salvare!