•°•°•°•
Por fin es hora de irse.
Giyū necesitaba su cuaderno cuánto antes si queria asegurarse de que sus notas no habían sido leídas, no sabría qué hacer si eso sucedía pues estaba bastante seguro que Iguro no se lo perdonaría.
Tal vez Obanai piense que es raro y le diría que prefiere estar con una niña, no ha visto a Obanai hablando con alguna chica desde que se percato de su existía pero su imaginación no lo ha dejado en paz ante la idea.
Podría simplemente rechazarlo, eso sería seco y lo haría sentir mal pero hay opciones peores, Tomioka sabe muy bien que Obanai puede ser cruel si así lo quiere.
También pensó en que se podría burlar de él por sus gustos y decir que prefiere estar con otro niño, de alguna forma eso lo haría sentirse aun peor, debido a que significaría que hay otro chico mucho mejor que él.
Cuando llegó a las afueras del Colegio y vio a Obanai riendo con Sanemi pudo comprobar que sí se siente peor, no le gustaba la sensación.
Dejó aquellos pensamientos de lado con una sacudida negativa de cabeza, Giyū por supuesto que no debe dejarse ganar por su cerebro estúpido, no tenía nada que envidiarle al albino con respecto a Obanai pues ahora son amigos.
Amigos que se toman de la mano y se abrazan por horas.
Tomioka sabe que es clase a parte. La última nota que le envío Iguro dice "jamás había abrazado tanto a alguien", es la primera vez de Iguro en esas cosas y no debe deprimirse ni esperar solamente un rechazo, tiene una pequeña oportunidad.
Escucha a Obanai reírse con Shinazugawa de algo y de repente piensa que si bien ellos son amigos, Iguro conoce al albino hace mucho más tiempo, poco a poco la pequeña posibilidad se encoge aún más, ¿cómo debería sentirse ahora?
La ansiedad carcome aún más su cerebro cuando ve como Obanai lo mira en su sitio con una vergüenza bastante típica. Antes de que se acercara a saludar Sanemi por algún motivo se adelanta.
—¡Ahí está tu "amiguito"!— Shinazugawa exclamó con un tono chistoso en busca de molestar.
—¡Cállate!
El brazo de Iguro intento darle un codazo pero fue inútil, que Obanai intente golpear a Sanemi es similar a un conejo queriendo patear a un canguro.
El comportamiento de Obanai se apaciguó cuando Giyū se acercó lo suficiente, ahora volvió a estar calmado.
—H-Hola.— Aquello se escuchó tímido.
—Hola, I-Iguro.— Y esto también fue con timidez.
Giyū lleva sus manos a los tirantes de su bolso, intentando tener agarre de algo para disminuir los nervios.
—Te voy a devolver tu cuaderno.— Dijo rápidamente Obanai sacando de su propio bolso la libreta con una caricatura como portada.
Tomioka por un momento considero que era demasiado infantil pues conocía los cuadernos de Iguro, todos eran unicolores de color negro. Que él tenga el suyo con una carátula colorida tal vez lo haga parecer un niño.
Vuelve a dejar de pensar cosas negativas cuando se le es entregado su cuaderno y dislumbra los ojos entrecerrados de Iguro, estaba sonriendo.
—Muchas gracias por tu ayuda, víborita.— Soltó sin querer, acostumbrado a siempre hablar con Iguro sin ninguna persona a lado.
El rostro del menor se incendio en un fuego brillante, ni siquiera la mascarilla era suficiente para ocultar aquella verguenza.
—T-tonto...— Susurró Iguro riéndose por los nervios.— No me digas así, c-cara de rata.
ESTÁS LEYENDO
•-Notas en clase-•GiyuOba•
ФанфикшнNotas escritas por dos enamorados. °° °° °° °° °° °° °° °° °° ×AU ESCOLAR× Obanai y Giyū son estudiantes. °° °° °° Capítulos cortos. Actualizaciones rápidas. °° °° °° °° Si no te gusta este ship, eres libre de irte sin dejar malos comentarios. ¡So...
