Todoroki en apuros; DabiTodo

3

Shouto puede sentir los pasos del Touya adolescente alejarse poco a poco de él. No obstante, se siente raro. Quizá estuvo mal acercarse tanto al espacio personal de su Nii-san, la próxima vez deberá tener más cuidado.

Espera un momento antes de apagar la pantalla y levantarse del sofá. Camina por el pasillo con la intención de ir a su habitación, pero desde su posición puede ver al Touya de diecisiete años pedirle disculpas al mayor de todos y pasar de largo a Dabi. El mayor lo mira, y es una mirada extremadamente burlona, lo cual le causa mucha confusión.

Camina hacia el mayor, que parece esperarlo, antes de que el ojiturquesa le sonría de oreja a oreja, cruzando los brazos sobre su pecho.

—¿Qué te pasa por la cabeza para insinuarte a un adolescente?

Shouto se sorprende por tal aclaración, estupefacto. Cuando piensa recriminar las palabras del adulto, confirma la presencia del adolescente aún cerca de ellos, y espera hasta que este entra a su habitación y cierra la puerta.

—No sé de que me hablas —espeta seriamente. Sus ojos se encuentran, y puede darse cuenta de la burla en los ojos de Dabi—. Jamás haría algo así, mucho menos a mi propio hermano.

—¿No? A mí me pareció lo contrario —se ríe de él—. Tenía una jodida erección en los pantalones y estaba avergonzado, y curiosamente tú apareciste detrás de él.

—Te equivocas —aún no puede creer las palabras del ojiturquesa mayor.

—¿Lo hago? No lo creo. Te apuesto a que el mocoso justo ahora está ahí en su habitación, masturbándose y pensando en lo bien que se sentiría hundirse en tu agujero.

—Dabi, detente —le pide Shouto. Puede sentir su rostro sonrojado de la vergüenza e incomodidad. No puede creer que el peliblanco puede hablar tan fácil de esos temas.

—No me sorprendería que luego vaya a tu habitación y te pida que lo chupes —agrega. Realmente se está burlando de él por algo que el peliblanco malinterpreto.

Touya seguramente solo tuvo un problema hormonal, no significaba que su otra versión este malentendido todo y diga cosas que no son.

—Dije que te detengas, Dabi —espeta seriamente—. Estás diciendo cosas que no tienen ningún sentido.

—¿No lo tienen? —Dabi se burla. Su sonrisa se ensancha de oreja a oreja, demasiado seguro de lo que dice— Realmente no pienso lo mismo, pero si quieres hacerte el idiota como siempre, esta bien; hazlo.

Dabi lo pasa de largo.

Shouto se queda en silencio, mirando el suelo. No quiere pensar en lo que dijo Dabi, tal vez solo este confundiendo las cosas, Touya es un adolescente ahora y a cualquiera puede pasarle algo similar.

Shouto deseaba ir a dormir, pero tal vez el sueño se le fue cuando Dabi le dijo todo lo que acababa de escuchar. No estuvo bien lo que dijo, podría hacer que Shouto se meta en problemas y podría perder la confianza del Touya adolescente, en especial que ahora la estaba ganando poco a poco.

Inhala profundo y exhala, mirando por sobre el hombro al ojiturquesa. No le preocupa demasiado; no puede salir de la casa porque tiene seguridad, y aunque lo lograra tiene un rastreador, y no podría utilizar su don. No es algo de lo que deba preocuparse demasiado.

Camina por el pasillo, pero antes de llegar a su habitación revisa la habitación de los dos Touya más jóvenes. El de trece años duerme en su cama con una posición realmente incomoda; la mitad de su cuerpo cuelga de la cama, y está seguro de que en poco tiempo caerá.

Decide entrar a la habitación y sostener al menor para acostarlo correctamente en la cama, cubriéndolo con las sábanas. Pudo oírlo balbucear y fruncir el ceño, también lanzo un par de patadas que apenas sintió el heterocromático. Era gracioso como dormía Touya a esa edad.