Todoroki en apuros; DabiTodo

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Un quejido sale de sus labios, luego, el agarre de Dabi en su brazo se hace más fuerte, como si quisiera romperlo. Inmovilizado como está, sólo puede oír la risa burlona de el peliblanco mayor sobre él.

—Vamos, eres el perfecto hijo de Endeavor, ¿vas a dejar que su fracaso te derrote? —lo provoca, pero es inútil. Eso jamás a funcionado en Todoroki, todo lo contrario, lo llevan de vuelta a su pasado y a las muchas cosas que sufrió antes.

Cierra los ojos cuando el agarre se pronuncia más, y presiona tanto que duele. Jura por Dios que Dabi va a romperle el brazo, y cuando se mentaliza que sucederá, alguien sujeta al mayor y lo aparta, empujándolo lejos de él.

Shouto mirá rápidamente al Touya adolescente colocarse delante de él, aparentemente manteniendo lejos a Dabi para que no le haga daño. Es sin duda un gesto muy conmovedor.

—¿Por qué mierda te metas donde no te llaman? —la voz de Dabi sale más que molesta, y mira a su propia versión lleno de odio.

—No dejaré que lo lastimes —declara, con los puños apretados fuertemente—. No lo permitiré.

—Touya-nii —Shouto se levanta del suelo rápidamente, colocando una mano sobre el hombro del adolescente—. Está bien, tranquilo. Dabi y yo estábamos entrenando juntos —y aunque todo comenzó como un simple entrenamiento, Shouto agradece totalmente la interrupción del más joven, sabiendo que muy probablemente, Dabi le habría roto el brazo. Ahora finge que todo estaba bien para no alterar más al adolescente.

Lanza una mirada rápida a los dos niños más jóvenes que se habían colado para mirar todo, y se lamenta de permitirles ver tanta violencia en solo pocos minutos. Ya entiende lo peligroso que es Dabi, y que fácilmente pudo derrotarlo sin necesitar su don. Aunque no estaba del todo concentrado, por eso logro derribarlo tan pronto.

El Touya de trece años parece orgulloso y feliz de ver como su versión adulta lo derrotó, mientras él más pequeño tenía un rostro de preocupación, y su pequeño cuerpo temblaba como si supiera que pudo pasar lo peor.

No planeo pelear con Dabi, pero cuando el otro hombre se colo a la sala de entrenamiento y le pidió una pelea cuerpo a cuerpo, Shouto creyó que sería un poco de interacción entre ambos. No imaginó que Dabi iba a tomarlo tan a pecho, y los golpes en su cuerpo eran prueba de ello (además de su rostro ligeramente hinchado y un poco sangrado).

Tampoco fue muy suave con Dabi cuando notó su decisión por la pelea, así que también tenía algunos golpes. (Una de ellas era su labio superior cortado, y la falta de dos grapas quirúrgicas en su rostro). No pensó que fuera a suceder algo así, de lo contrario habría rechazado la propuesta de su hermano mayor, creyendo que se trataba de una convivencia.

—Él iba a romperte el brazo.

—No iba a hacer eso —se jacta el mayor, pero la sonrisa en sus labios dice todo lo contrario—, sólo quería asustarlo.

Shouto puede ver a su hermano temblar de la rabia por la burla de sus palabras ante la situación. Dabi no parece sentirse culpable por lo que estuvo apunto de hacer y sin dudarlo.

Shouto toma un respiro profundo, y mira al chico delante de él comprensivamente, sabiendo que lo único que estaba haciendo era protegerlo, sin importarle golpear a su yo del futuro. Lo intenta tranquilizar diciendo que todo estaba bien y que no se iba a repetir de nuevo.

Dabi se burló de ambos y salió de la sala con el niño de trece años detrás, preguntando emocionado dónde aprendió esas técnicas de combate cuerpo a cuerpo, y si su padre se las enseñó en entrenamientos.

Cuando ambos salen, Shouto siente que la tensión finalmente abandona su cuerpo, y el Touya más joven deja su actitud defensiva para mirarlo con inquietud.