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     Los días posteriores al "incidente" con él Touya de 17 años han sido complicados. El adolescente se la pasaba todo el día encerrado en la habitación, y no salía a comer si es que él estaba cerca, algo que no pasó antes.

Llegó a encontrarse con él un par de veces por el pasillo, pero no lo dejaba siquiera hablar, ya que iba a encerrarse en su habitación sin prestar atención a sus palabras. Lo estaba evitando.

Shouto no negará que eso lo hacía sentir triste e incluso un poco culpable. Haber generado una agradable comunicación con el Touya adolescente lo hizo sentir bien, pero, estar siendo evitado e ignorado por el menor era muy frustrante.

Con Dabi ni qué decir... es realmente un idiota. Es frustrante saber que él era el causante de los problemas que estaban pasando, primero con Dabi, y ahora con el Touya adolescente, es... terrible.

Como mínimo los niños estaban tranquilos, y eran los únicos que seguían tratándolo como siempre hacen. Comen juntos, ven una que otra película y juegan un poco, es agradable y hasta lindo. Pero en la noche, no podía evitar pensar en la tensión que había en la casa por culpa de sus acciones.

Mientras que Touya lo evita, él hace lo mismo con Dabi.

Dabi ha insistido en querer hablar y saber qué pasó con él y Touya, porque, bueno, es claro que sus actitudes cambiaron completamente, y fue notado por todos en la casa. No fue capaz de responderle a Dabi, sabiendo que el hombre saldrá con alguna estupidez que no quiere oír.

Lejos de eso, no quiere recordar lo que pasó. Es totalmente difícil de asimilar que Touya lo haya besado. ¿Por qué? ¿Qué hizo para hacerlo creer que tenía sentimientos por él? Realmente se arrepiente de haber hecho algo que malinterpretara las cosas entre ambos, porque sus actitudes jamás fueron con dobles intenciones.

Esa noche es fría, con relámpagos y truenos. Había una ligera llovizna que moja las ventanas, pero más allá de eso no pasa nada. La oscuridad de la noche es un poco inquietante, también la de su habitación.

Es de madrugada, pero no ha podido cerrar los ojos ni por un minuto. Su cabeza repite una tras otra vez ese beso que se dio con Touya hace tres días, se reproduce como una película interminable. La sensación de los labios de Touya presionando los suyos es... extraña.

Exhala, y se levanta de la cama. No dormirá en un rato, así que decide salir de su habitación para comer algo. Hoy ni siquiera ceno, aunque tampoco tenía hambre, así que sólo bebería un poco de leche de chocolate y comería unas cuántas galletas de avena.

Sale de su habitación. Son casi las 2:20 a. m. Así que nadie está despierto, todos ya están dormidos. Él también debería estar dormido, pero es imposible conciliar el sueño con tantos pensamientos invasivos en su cabeza.

Llega a la cocina, y su mirada cae sobre su nevera, en la puerta hay pegatinas, dibujos que el Touya de cinco años había hecho y pegado allí. Será un recuerdo feliz y al mismo tiempo triste, pues sólo de pensar que ya pasó un mes desde que Dabi fue golpeado por un quirk, le hace saber que pronto ellos desaparecerán. La promesa que les hizo a los niños estaba lejos de llegar...

Llena un vaso con leche de chocolate —elegida por el propio Touya de trece años—, y rebusca en la alacena unas galletas de avena. Esas que suele comer durante el trabajo.

Trabajo...

¿De verdad hace más de un mes que no sale de esa casa? ¿Qué ha dejado a sus amigos arreglarse solos?

Bueno, pronto continuará su trabajo de héroe, es cuestión de esperar solamente.

Suspira profundamente, apoyando su cadera en la encimera, cruzando los brazos sobre su pecho. Al principio pensó que, si aceptaba cuidar de Touya y sus versiones más jóvenes, lograría saber más de su hermano y generar una buena convivencia con el mayor. Creyó ciegamente que él podría ser responsable de Touya, pero no... ¡Ni siquiera puede entenderse así mismo y quiere intentar entender a un ex-villano!

Todoroki en apuros;  DabiTodoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora