Inhala profundamente por la nariz y exhala por la boca. Con la mano sobre el pomo de la puerta, gira, empuja y entra. La habitación está oscura, y la única luz es la de la luna colándose por la ventana. Cuando entra, mira el cuerpo de Dabi ligeramente encorvado, sentado en la cama, aparentemente pensando.
—¿Qué mierda haces aquí? —espeta el azabache con fiereza, mirándolo con el ceño levemente fruncido y sus ojos turquesa diciendo “peligro”.
Cierra detrás de él y se encamina hasta el mayor, que de inmediato se levanta de la cama para encararlo, quedando frente a frente. Shouto se sorprende de ver que las grapas quirúrgicas faltantes ya están colocadas, ¿Cómo? No tiene idea, pero aún así, se siente culpable de ver el rostro maltratado y herido, con unos pocos restos de sangre.
—Lamento haberte golpeado...
—¿Si?, que interesante. Yo no lo lamento —el ceño de Dabi se frunce más, y sus puños se aprietan a los costados de su cuerpo—. Agradece que mi maldito yo del pasado te salvó, sino justo ahora traerías un maldito yeso en el brazo —grazna, apretando la mandíbula.
Shouto traga saliva con dureza ante la declaración, dejándole en claro que sí quería romperle el brazo, aún así, por muy estúpido que suene, sigue estando preocupado por el otro.
—No has. . . curado tus heridas —finge no haber escuchado lo último, y se concentra en el rostro del mayor—. Te ayudaré.
—No necesito nada de ti —gruñe Dabi a la defensa, dándole la espalda para volver a su cama—. Lárgate, no obtendrás nada de mí.
—Yo no quiero nada de ti —masculla el menor, con el ceño hundido—. Me preocupas, simplemente quiero cuidar de ti.
—No te hagas el inocente conmigo, Shouto. Puede que los engañes a ellos, pero no a mí —Dabi lo mira desde donde está sentado en su cama, con seriedad.
—No los estoy engañando, ni finjo ser el inocente de los dos —mira directamente a Dabi, reprochando silenciosamente sus acusaciones—. Sigues alejándome, aún cuando sabes que hago mi mayor esfuerzo por convivir contigo.
Dabi chasquea los labios y rueda los ojos. Obviamente a él no le convencerán palabras sin acciones, así que Shouto tiene una idea, bueno, no se acercará a Dabi sin recibir un daño colateral, así que debe ser cuidadoso. Es como domar a una bestia, un poco más difícil seguramente...
—Iré por el botiquín, no tardo —susurra, alejándose de Dabi para ir al cuarto de baño en busca del botiquín.
Curará al mayor, es una buena manera de acercarse a él sin que haya una pelea entre ambos, puede que incluso lleguen a una conversación.
Cuando vuelve, Dabi ya está recostado en su cama bajo las sábanas, sonsacando al menor.
—¿Qué haces? Te dije que iría por el botiquín para–
—No te pedí que lo hicieras —refunfuña Dabi, sin siquiera voltear a verlo—. Vete de aquí, no necesito tu maldita lastima.
Toma un suspiro profundo, estresado por la actitud del mayor. Actúa peor que un niño inmaduro, Touya es... ¡Ahg! Peor que tener que tratar con Katsuki cuando Midoriya lo ignora. Se acerca al mayor, sin importarle su última orden, de todos modos, no le haría caso, fue ahí con la intención de saber que estaba bien, no se irá de ahí sin antes curar sus heridas.
—No es ninguna lastima, es preocupación —murmura, colocando el botiquín sobre la cama—. Por favor, déjame curarte, me iré apenas termine y no te seguiré molestando.
No hay movimiento por parte de Touya, sigue recostado, dándole la espalda, pero él insiste.
—Nii-San, por favor —pide el menor, parado junto a la cama. Necesita limpiar las heridas que aún tiene en el rostro.

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Todoroki en apuros; DabiTodo
FanfictionSolo es Todoroki Shouto teniendo que lidiar con los clones de su hermano mayor: Todoroki Touya. ¿Qué tan difícil podía ser cuidar de varios Dabi's de diferentes líneas de tiempo? Sin duda toda una nueva experiencia para Shouto. _____________________...