-DOS-

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-olvido-

La vida parecía cada día mas difícil, podría ser una mala interpretación por parte de Enzo, pero en este caso era su realidad. Todo empeoro hace un tiempo, exactamente después de Mundial de Qatar 2022.

Logro la gloria máxima en su vida, pudo aportar un gol importante y su desempeño fue mas que notable y valorado por los demás. Entonces, ¿Qué había pasado hasta ese momento? La respuesta era sencilla, la persona que fue su pilar durante muchos años, había tomado la decisión de alejarse.

Tal vez, Enzo podría haber dado mas de si, intentar ser mejor persona, pero nunca se tomo el tiempo de pensar en los demás. Fue consiente muy tarde, le gano el egoísmo.

Para nadie era secreto lo poco amable que era el morocho. Tampoco era secreto la cantidad de personas que vivían con resentimiento hacia su persona. Fue culpable de muchos corazones rotos, como así también se gano miles de enemigos.

Hoy en día, vivía la vida de otra forma, muy pocos recordaban al Enzo del pasado y eso fue porque lucho demasiado en cambiar la percepción que los demás tenían de el. Fue un proceso largo, aprender a tener empatía por el resto, aprender que no podía ser el centro del mundo.

Incluso en esos momentos cuando era mas joven, había un Julián de fondo. Ese que fue su compañero desde las inferiores de River, ese con quien compartió su vida durante años. La lucha por mejorar como persona también era parte de el.

Si no fueran parte de tantos malentendidos, hoy seguirían queriéndose de la misma forma. Tampoco podía engañarse, siempre le guardaba cariño a Julián, no había forma de que lo olvidara tan fácil, así como el castaño lo olvido a el.

-¿Te podes mover?- Se escucho la voz irritada de Julián.

Enzo, estaba obstruyendo la entrada al baño de la habitación, por quedarse contestando mensajes, no se dio cuenta y quedo apoyado al marco de la puerta.

-Existe la palabra "permiso", eh.- Respondió aun sin moverse, observándolo.

Así llevaban una semana, odiándose en silencio, esperando a que el otro no este en la habitación para no cruzarse.

Julián, no estaba rindiendo en los entrenamientos como deseaba, por lo tanto, la paciencia con todos era casi nula. Sumando que no pudieron cambiarlo de habitación porque todas las demás se encontraban ocupadas.

-¡Que insoportable que sos! Déjame pasar.- Hablo el castaño, mientras se acercaba para empujarlo.

Así estaban, como si fueran dos niños, peleando por quien pasaba y quien dejaba pasar. Enzo, quien ya vestía su conjunto de la selección, quería reírse de Julián, que todavía estaba en pijama.

-¡Basta, Julián!- Enzo, se estaba cansando.

-Movete entonces.- Lo dijo como si fuera una advertencia que Enzo, no entendió.

Para su sorpresa, Julián paso su pie por detrás de la pierna de Enzo e hizo fuerza. Y si, logro hacer que se cayera, pero la rapidez de Enzo al sostenerse de algo, fue el brazo del contrario. Por lo tanto Enzo se encontraba sobre el frio piso del baño con Julián sobre el.

Ambas miradas, esas que no estaban tan cerca desde hace mucho. El contacto de ambos cuerpos, les causaba escalofríos. Enzo, lo noto, los ojos de Julián, lo miraban con odio, ese odio que para el, nunca tendría sentido. Aun así, también noto como tenia marcada la mandíbula, como el acné que tanto lo acomplejo, ahora había desaparecido casi por completo.

No se olvidaba de las noches que consolaba a Julián, repitiéndole que no tenia de que sentirse inseguro mientras lo abrazaba. Las veces que respondía comentarios defendiéndolo, por tantos idiotas que lo criticaban por eso.

Si el no pudo olvidarlo, ¿Cómo podía hacerlo Julián?

Eso hizo a Enzo reaccionar y levantarse como pudo, sin lastimar a Julián. Salió rápido, sin tener un rumbo fijo, sin decir palabras, sin mirar hacia atrás. Mientras lagrimas amenazaban por salir de sus ojos. Solo pensaba en esos sentimientos que creo superados, pero que volvían hacia el.

Julián, quedo parado sin procesar lo que había pasado. Fue mucho tiempo desde que no sentía esa incomodidad a cualquier toque ajeno. Le parecía increíble como nunca había olvidado el tacto sutil del que necesitaba constantemente en el pasado.

Pero la mirada que Enzo le dio, era una tan apagada, tan nostálgica que no lograba entenderlo por completo.

Un pensamiento recorrió su mente, era el recuerdo de la discusión que lo arruino todo. A veces necesitaba dejar el pasado, pero no lo conseguía. 

En su mente hoy eran enemigos, cuando en el pasado hubiera sido capaz de dar hasta la vida por Enzo. 

Como cambian las cosas, se repetía constantemente. ¿Por qué engañarse así? Cuando lo extrañaba día a día, pero se prometió a si mismo no volver a ser esa versión tan sensible de su pasado.

Ambos crecieron, ya no se necesitaban.

Luchaban por creer eso.

𝙴𝙽𝙴𝙼𝙸𝙴𝚂 - ᴇɴᴢᴜʟɪᴀɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora