𝙴𝙽𝙴𝙼𝙸𝙴𝚂 - ᴇɴᴢᴜʟɪᴀɴ

-DOCE-

-la verdadera final-

La final Argentina vs Colombia, prometía ser un espectáculo, pero trajo consigo demasiados problemas. Había muchas personas teniendo dificultades a las afueras del estadio, mientras los jugadores intentaban mantener la concentración dentro de el. 

Enzo estaba en silencio mientras analizaba lo que sucedió antes de entrar, tenía que fingir con su mejor cara cuando estaba lastimado. Haberse cruzado con Alexis y que le dijera tanta mierda, no fue bueno para su estado de ánimo.

"Julian ya me perdono, no te salio la jugada" 

"No te considera ni su amigo, no lo intentes más."

Dios, lo envenenado que se sentía. Odiaba no haber respondido, haberse quedado en cero, como si realmente le hubiere ganado. Estaba dolido y deseaba que nada fuera verdad, pero lo notaba en cuanto vio a Julian llegar a entrenar.

Hablaba con De Paul y Paredes, se notaba como siempre era el que menos interactuaba. En su mente divagaba el recuerdo de su discusión y realmente comenzaba a creer que no era el momento que tanto espero.

¿Cuántas veces dio todo de si? Para que ni siquiera se sintiera como alguien al que amarían.

Sentía que estaba pagando el precio del pasado, de todas esas veces que fue egoísta, pero ya no podía con eso, no podía seguir matandose lentamente. Intentó convertirse en todo lo que Julian necesitara, ni siquiera lo obligaba, siempre comprendia sus tiempos, pero ahora simplemente entendía que el nunca estaría listo para ellos dos juntos.

Escuchaba como Scaloni le daba ejercicios con los demas, por mas que su cuerpo cumplia, su mente estaba lejos de ahi. Sentía la mirada del castaño sobre el en todo momento, pero no podía compartir tal acto, no se creía tan fuerte.

-Enzo, ¿pasa algo?- Escucho como Licha estaba junto a el.- Pareces distraído.-

El morocho se dio la oportunidad de levantar la mirada y cruzarse con quien le hablaba.

-Todo bien, no te preocupes.- Sonrió débilmente, intentó finalizar la conversación ya que tenían que terminar de cambiarse para salir al partido.

Intento respirar profundo, olvidarse de quien ocupaba sus pensamientos y salir a jugar, como siempre a dar lo mejor de si en la cancha.

Era el ultimo partido de Di María en la selección, hubo demasiada emoción debido a esto. Nadie comprendía como comenzaba el final de una historia dorada, muchos teníamos miedo de eso. 

En el primer tiempo, no hubo diferencias notables entre ninguno de los dos equipos. Para el segundo tiempo hubo mas intenciones, pero demasiado roce y faltas, sin mencionar como se paralizo el corazon de miles cuando Messi salio de la cancha a los 65' notablemente adolorido.

0 a 0 finalizo, llegando al tiempo complementario.

Un enorme quite de Paredes en mitad de cancha y una veloz asistencia de Enzo terminó con Julian mano a mano con Vargas y la araña consagro el gol.

Julian que venia de remarla hace tanto con su vida personal, pudo desquitarse en ese gol y por fin demostrar que su exigencia siempre tendría frutos. Todos fueron a abrazarlo, excepto Enzo que intentaba recomponer su respiración, pero Julian lo señalo con una sonrisa, le estaba dedicando el gol.

Fuimos campeones de América nuevamente. 

Alexis no había jugado ese partido, poco se noto su ausencia. Estaba oficialmente desafectado de la selección hasta nuevo aviso, debido al gran problema que causaba su presencia.

Las cosas se estaban acomodando, así pensaban todos menos Enzo que había llamado a su manager, avisándole que quería volver lo más rápido posible a Londres.

No se sentía bien, su cabeza parecía querer explotar después de varias horas escuchando los festejos de sus compañeros. Estaba feliz, obviamente que lo estaba, pero por primera vez no se sentía parte de eso.

Fue un encuentro con la selección demasiado desgastante esta vez. Quizás no era momento de hacerle frente a nada, si el estaba tranquilo con su vida diaria, perseguido por sentimientos de los cuales nunca se permitió hablar, pero tranquilo al fin.

Se le congelo el mundo cuando su manager le confirmaba que lo iría a buscar en menos de una hora para irse. Al final, disfrutaba de sus compañeros, pero necesitaba su tiempo, necesitaba parar y alejarse de aquello que lo tortura.

Se alejo de los festejos para ir hasta su habitación que se encontraba vacía. Miraba cada detalle, esa habitación que se volvió su lugar seguro junto con Julian. Se tomo el tiempo de separar las camas y ordenarlas un poco, intentando no soltar alguna lagrima en proceso. Su ropa guardada de forma desprolija en la valija, mientras iba de acá para allá, buscando todo lo que faltaba.

-¿Que haces?- Pregunto Julian mientras entraba, había ido a buscar el cargador de su teléfono y se encontró con una imagen impensada.

-Me voy.- Respondió Enzo sin mirarlo, con un tono demasiado frío para el gusto de cualquiera.

-¿Como que te vas?- Se suponía que ambos tomarían un vuelo mañana, pero Enzo se había adelantado.- No entiendo.-

Julian sostenía la muñeca de Enzo, intentando que le prestara atención y dejara de poner cosas en esa valija. Lo miraba esperando una respuesta.

-Julian, yo...- Enzo se canso de no afrontar las cosas, se dio el gusto de mirar a Julian, de guardar esa mirada de duda tal vez por el resto de su vida.- Yo te amo y creo saber que sos conciente de eso.-

Julian estaba sorprendido, antes esas palabras eran dichas por Enzo en todo momento. Cuanto extrañaba que se lo dijera, pero por alguna extraña razón, no se sintió bien.

-Pero yo no puedo seguir con esto, me estas matando.- Julian temía a esas palabras.- Desde el momento en que te conocí, entendí que con vos todo era distinto.- Acaricia el rostro ajeno, pero su tacto parecía quemar.- Desde nuestro primer beso que no tengo dudas sobre lo que siento por vos y se que lo arruine muchas veces, pero vos nunca me diste una sola señal y siento que espere hasta lo que no debía con tal de estar juntos en algún momento.-

-En, no es asi, yo tambien te amo.- Julian se atropellaba con sus palabras, mientras sostenía las manos de Enzo, como si eso lograra que ambos estuvieran más cerca.

-No dudo que me ames, pero puedo entender que no soy quien vos deseas en tu vida.- Ambas frentes pegadas.- Tenes miedo, yo tambien lo tengo, pero estoy dispuesto a ir en contra de eso, solo por vos.- Enzo dejo un beso suave en los labios de Julian.- Pero vos no estas listo para eso, no estas listo para el que dirán y yo no puedo quererme tan poco, como para aceptar que me ames a escondidas.-

El celular de Enzo comenzó a sonar, rompiendo la burbuja en la que ambos se encontraban. Llegaba un mensaje, en donde le avisaron que ya había un taxi esperándolo abajo para llevarlo al aeropuerto. 

-Me tengo que ir.- Cerro su valija y con las pocas fuerzas que tenia decidió caminar hacia la puerta.

-Perdon, amor.- Julian sabia que se moria por no dejarlo irse, pero ese perdón estaba lleno de culpa porque no era tan fuerte como para afrontar a su familia y al resto del mundo por estar con Enzo.

La ultima mirada compartida mientras ambos tenían lagrimas en los ojos, deseando seguir juntos aunque no se podía. 

Enzo llevaba a Julian en la piel.

Julian llevaba a Enzo en lo mas profundo de su corazon.

Como se sigue cuando deseas darle hasta tu vida a quien amas, pero esa persona tiene el miedo incrustado en la piel y solo puede cambiar por si misma.

...

-Holi, que les anda pareciendo?