Papá Soltero Busca Niñera [Henry×Diego]

Cap 5 | Viaje ✈️

Habían 3 cosas que Henry Martin no podía soportar y odiaba con toda su alma:

1. El tráfico
2. Ser impuntal Y
3. Estar lejos de su niña

El avión aterrizó exitosamente y Henry hechó un suspiro cansando. En otras circunstancias le hubiera encantando viajar a Miami para darse unas merecidas vacaciones, lejos del estress de su trabajo.

Pero exactamente era ese el motivo del viaje; su trabajo. El cual se había vuelto bastante fatigador desde hace unas semanas atrás y todo el viaje estaba muy lejos de parecerse a unas vacaciones relajantes.

Un taxi lo llevó desde el aeropuerto hasta el hotel donde se vió obligado a usar su inglés apenas fluído para comunicarse.

Una vez llegó a su habitación echó una vista rápida, y en efecto, se trataba de un hotel con muy buen servicio, tal como lo había prometido su jefa Janet.

Hablando de su jefa,

Janeth Jefa:
Recuerda la cena Henry.
Hoy a las 7 pm en Palace Garden.

Henry tecleó un simple "Sí, gracias" y volvió a prestar atención a su pieza. Todo era lujoso e incluso tenía un balcón enorme con vista al mar.

Eran las 4 de la tarde y aún tenía un buen rato para relajarse y luego alistarse para la cena.

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Diego vió la hora en el reloj de la pared y sonrió para sus adentros. A esa hora lo más seguro era que Henry ya había llegado a su Miami, su destino.

Sería una semana larga sin su jefe y Diego quería mantener todo en orden en lo que este regresaba.

- Rulos, tengo hambre - Rubí expresó desde su mesa, donde se encontraba haciendo las tareas de la escuela.

Diego volteó a verla con duda - ¿Segura acabaste todas tus verduras hace un rato?

- Sí rulos, todas. Hasta la papa y la zanahoria, guacala - Admitió haciendo una cara de asco, cosa que le sacó una pequeña risa al chileno.

- Heeey, la zanahoria es buena para tu crecimiento - Explicó Diego, cruzándose de brazos.

- ¿Cuando tu bebé nazca también va a tener que comer zanahorias? - La pequeña dejó de colorear y se volvió hacia él.

- Pues, cuando ya tenga más de 6 meses va a tener que hacerlo - Admitió recordando vagamente que cuando este naciera le iba a tener que dar de teta todos los días.

Todo el día.

Lo cual significaba que sus senos iba a tener que aumentar su tamaño y causarle mucha más incomodidad de la que ya tenía.

Maldito el día en el que se embarazó.
Ahhh, pero como lo disfrutó.

- ¿Y entonces? - La voz de Rubí lo hizo volver en sí - ¿Si?

- ¿Y si vamos por donas? - ¿Acaso la pequeña lo estaba manipulando? - Por fis rulos. De chocolate y coco.

Diego lo pensó unos segundos. Unas donas no le hacen mal a nadie de vez en cuando - Está bien ¡Tú ganas! Ve por tus zapatos.

Rubí y Henry compartían el poder de convencer a Diego en 3 segundos máximo.

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La hora acordada para la cena llegó y Henry estaba listo; Bañado, peinado, perfumado y con un buen traje.

Se miró en el espejo por última vez antes de salir y se veía muy guapo y elegante.