1_ Vuelta a casa.

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Había estado fuera del país, en Italia, estudiando medicina forense.
Al fin después de 4 años volvía a mi ciudad, Los Santos.
Debía ingresar por 1 año a la academia de policía y 1 año en la escuela de medicina para poder ejercer como médico forense y unirme al equipo de criminologia.

Viviría en la casa de mi padre, junto a él, su nueva pareja y mi hermana Danielle.

En este tiempo que estuve fuera, mi padre se había enamorado y casado nuevamente.
Me había alegrado la noticia de su boda, realmente parecía que nunca iba a superar la muerte de mamá, pero solo necesitaba tiempo y alguien que lo ayude a sanar supongo.

Yo no tenía tiempo para cosas del corazón, mi prioridad eran mis estudios y poder comenzar a ejercer mi nueva profesión. Aunque no negaría que si encontraba a alguien no lo dejaría pasar.

Al bajar del avión, en el aeropuerto caminé por los pasillos hasta llegar a la salida donde un cartel que decia BIENVENIDO GUS me esperaba y los gritos de mis 2 mejores amigos Isidoro y Filadelfo que me recibían sonrientes.
Los abracé, realmente los había extrañado mucho.

Juntos caminamos hasta el auto de Isi que estaba estacionado en el garaje más cercano.
Me llevaron a mi casa donde me esperaba mi hermana muy feliz.
- Que bueno volver a verte Gus. Te extrañe mucho.- dijo mientras me abrazaba fuertemente y sollozaba.
- Yo también te extrañe Dan.- Le respondí secando sus lágrimas y dándole un beso en la mejilla.
- Debo volver a trabajar, solo me escape un rato para poder verte. Pero esta noche podemos salir para celebrar. Que dices?
- Me parece buena idea.
Beso mi frente y salió rápido.

Danielle trabajaba en la comisaría junto a mi padre, su cargo era de oficial III con ella trabajaban sus 2 mejores amigas Lexie y Kylie.

Fui a mi antigua habitación, seguía todo igual que cuando me fui. Dejé mis maletas y me senté en la cama.
Abrí una bolsa que había traído entre mis cosas y saque 2 paquetes, un regalo para Isidoro y otro para Filadelfo.
Ambos lo abrieron sonriendo ansiosos.
- Gracias Gusi! Me encanta! - dijo Fil al ver los lentes de sol que tanto deseaba.
- Uuuh amorcito, si que te jugaste conmigo. Esto es una declaración? - dijo Isidoro riendo y sacó del paquete un reloj.
El joven moreno solía coleccionar relojes y perfumes de varias partes del mundo, sabía que ese reloj no lo tendría entre su colección.

Salimos de la habitación hasta la puerta de salida.
- Vendremos a la noche así salimos como dijo Dani. - dijo Isidoro abrazándome y saliendo por la puerta.
- Descansa Gusi! - dijo Fil y salió detrás del moreno.

Volví a mi habitación y me senté en la punta de la cama. No quería quedarme ahí solo.
Saque mi móvil.
- Hola pa! Estas ocupado? Puedo ir a verte? - le envié mensaje a mi padre que sabía que estaba en comisaría y era una buena excusa para recorrer la ciudad.

Antes que me responda pedí un taxi.
Cuando el vehículo llegó, salí de la casa rápidamente y subí en el.
- Buenas señor! A donde lo llevo? - pregunto amablemente el conductor.
- Voy a comisaría pero quisiera comer algo antes, conoce una pizzeria?
- Claro que si. Lo llevo a la pizzeria entonces?
- Esta muy lejos de comisaría?
- No, solo unas cuadras.
- Perfecto! Entonces si por favor.
El conductor arranco rápidamente.

Llegamos a una gran tienda donde vendían pizza, que definitivamente era mi comida favorita.
Pague mi viaje y baje del coche.
Entre a la pizzeria y pedí una porción y me senté a comer. Me sentí feliz de haber vuelto. No recordaba por qué me había ido en primer lugar si ahí era mi hogar.

Al terminar de comer, salí del establecimiento y comencé a caminar en dirección a comisaría.
Por el camino había una heladería,  aunque lo hubiera querido no podría resistirme a un helado de chocolate, amaba el chocolate.

Peligroso DeseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora