Peligroso Deseo

10_ El primer funeral

Que imbecil! Me deje manipular por el pequeño rubio y caí en su maldita trampa. Asesine a uno de mis hombres cegado por la furia de verlo intentar tomar lo que me pertenece.
Aunque lo volvería a hacer, no me interesa que tan drogado se encontrara, nadie debe tocarlo.

Estoy jodidamente obsesionado, dependo de saber que esta ahí y que pronto podré tenerlo.
Nunca diría estas palabras en voz alta, pero creo que estoy enamorado de ese niño.

<< Mierda!!! >>

El cadáver de Phoenix fue dejado en el mismo lugar que el de Murray, eso me dice que el pequeño rubio tiene gente dentro de la policía.

Los análisis a sus restos determinaron que había sido altamente drogado con metanfetamina y RBD. La mezcla de estas sustancias llevaba a dejar inconsciente a quien lo toma a menos que sea estimulado, en ese caso su cuerpo reacciona entrando en un extasis imposible de controlar. Por ese motivo Decker intentaba follarse a Gustabo.

El pequeño rubio juega conmigo, esta metido en mi cabeza. Él sabía que se sabría lo de la droga, él sabía que su plan quedaría expuesto ante mí. Que pretendía demostrar?

Muchas opciones se vienen a mi mente pero hay una persona que me hace dudar desde el día que llego a comisaría es Marco Romano. Tiene una extraña devoción por Gustabo y siempre lo espera ansioso para contarle todo el chisme de la comisaría.

El pequeño rubio tiene muy bien repartidas sus cartas. Este juego lo tenía ganado antes de comenzar.
Conoce a sus oponentes y eso lo hace mover sus fichas con astucia, en cambio nadie sabe nada de él realmente.

Por algún extraño motivo él todavía me tenía posicionado del lado contrario del tablero y eso había que cambiarlo.

Tenía que aislarlo. No hace falta saber quiénes son sus hombres y matarlos, debo alejarlo de las personas que ama para que al estar solo se refugie en mi.

Mis objetivos eran claros.
Los Holiday, Gustabo iba una vez por semana a cenar a su casa, Clara Castro lo trataba como si fuese su pequeño niño. Noah lo llevaba a desayunar por las mañanas y le traía sus cosas dulces.
Isidoro Navarro y Filadelfo Casanova, ellos eran sus mejores amigos, los que estaban cada vez que el pequeño rubio necesita hablar, eran su apoyo sentimental.
Danielle Conway, tantos años conviviendo con ella me llevo a protegerla poniendo a mis pajaritos en alerta y la muy hija de puta pidió mi cabeza. Se terminó su protección de mi parte. Sacarla del juego debilita tanto a Jack como a Gustabo.
Papá, no sabía aún quién era él, pero debía descubrirlo y eliminarlo. Con él terminaría mi lista.

Puse a volar a mis pajaritos, mi primer movimiento ya estaba preparado.

Javi se encargaba de mover a gente por la calles, el madrileño verificaba que el pequeño rubio estuviera lejos del primer objetivo.
Varias alertas se activaron por la ciudad, la policía estaría ocupada en robos y secuestros múltiples.

Clara Castro salía todos los días del hospital a las 19hs. Subía a su auto color azul que estaba estacionado en garaje central, debía caminar 2 calles para llegar allí.

Mis hombres la esperaban junto a su vehículo con un furgoneta negra sin patente.

19.45 ella estaba en una casa abandonada en Paleto, atada y con sus ojos cubiertos.
20hs salí de servicio, me cambie y me dirigí en un vehículo robado hacia esa ubicación. 

La mujer no parecía asustada. Era notable que su marido la había entrenado bien para estas situaciones, pero esta vez no era un secuestro normal. Había sido llevada a ese lugar para morir y ella aún no lo sabía.

No tenía intenciones de torturarla ni hacerle ningún daño. Sería un simple tiro en la cabeza dado por mi mismo.

No podía exponerme, nunca debían descubrir que habían sido mis hombres quienes se habían llevado a la mujer. A Jack le daría igual, en cambio el pequeño rubio se alejaría de mí definitivamente.