Sonó el último pito.
La hinchada bávara no paraba de gritar y celebrar.
La hinchada amarilla y negra no paraba de lamentarse.
En especial un jugador.
El capitán del equipo, había dado todo por defender su arco, y, cuando se presentaba la oportunidad, atinaba al arco enemigo.
Ahora se encontraba solo, sin su mujer, que ahora, no era de él, si no, de otro hombre
- Hey .-escuchó una vez se levantó del pasto para ir a ducharse-. ¡Hey Mats! .-gritó uno de sus compañeros de selección, mas no de equipo-.
- Hey, Manuel .-intentó sonreir-. ¿Como te va?
- Bien .-éste, si sonrió de verdad-. Quisiera pedirte un favor
- Tu dirás
- Si... Eh... Mi novia, es fan tuyo, y quería ver si me podías cambiar tu camisa, para regalarsela a ella
- De acuerdo .-sonrió. Pero esa sonrisa no le llegó a los ojos. Se quitó su camisa quedando desnudo de torso para arriba-. Aquí tienes
- ¿Puedes firmarla?
- Si, claro .-Mats tomó el rotulador que le tendía su compañero y la firmó-. ¿Cómo se llama la chica?
- Génesis .-dijo el rubio con un orgullo palpable-.
- Bien... Génesis ¿Qué?
- Böggel .-al escuchar el apellido, Mats se congeló, su chica, lo había dejado por estar con su amigo-.
- Manu, amor .-se escuchó gritar a una chica que en seguida se hizo presente al lado de Manuel-.
La chica también palideció al ver con quien estaba hablando su novio. Mats cerró sus puños con fuerza al rededor de su camisa y el rotulador, ahora si sabía el por qué de sus largas estadías en Münich, el olor a perfume masculino en la ropa de ella, que alegaba ser de algún compañero de trabajo que la había abrazado, su desinteres sexual, Todo, ahora lo entendía todo
- Mats .-susurró la chica-.
- ¿Se conocen? .-preguntó un Manuel ajeno a la batalla de miradas retadoras-.
- No. Para nada .-dijo Mats. Si estaba molesto por la imponente derrota eso ahora había desaparecido, ahora le molestaba el haber sido engañado por la mujer que amaba y porque su amigo pasaría por lo mismo-. Qué tengas suerte, Bro, la necesitaras .-le entregó la camisa y el rotulador pasando por el lado de Génesis (que aún estaba pálida), sin esperar a que Manuel se quitara la camisa-.
- ¿Todo bien, linda? .-preguntó Manuel con una sonrisa radiante-.
- Sí, estoy bien .-intentó sonreir-.
Mats dentro de las duchas apoyó su cabeza de la pared, dejando que el agua le refrescara y le sacara las penas, y el dolor. El dolor de no poder avanzar en Champions o en la Bundesliga, o Pokal. Nada. Estaban eliminados. Y pese a eso, se sentía derrotado, derrotado a nivel profesional y a nivel amoroso
