NO SOY YO

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La única clase que esperaba con ansias, ya era lunes, me vestí lo mas linda que pude. Mi madre no había vuelto a tocar el tema ni por accidente. Actuó como si nada hubiera pasado y yo iba a seguirle la corriente.

Estaba muy emocionada por verla hoy, bajé  del auto, me estiré para tomar mi bolso. Cerré la puerta y me quedé estática. Mierda... hoy, hoy se veía especialmente sexy. Me quedé estupefacta unos segundos y sacudí la cabeza. Tenia un vestido negro de cuero, con unos botines negros de gamuza. Los labios rojos como de costumbre, pero... joder, me iba a costar concentrarme en clase.

-Yoko!!!-, hasta su andar era tan sensual. 

-Faye-, dije por primera vez en voz alta. 

Esta vez su sonrisa creció más, si decirle por su nombre la hacia feliz, lo haría todo el día. 

-¿Como estas?-, pregunta sonriendo, - Muy bien-, contesté con sinceridad.

Mierda.... su escote era precioso. Mierda... concéntrate Yoko... concéntrate.

-¿Lista para el examen?-, elevó una ceja, no pude evitar bufar, y me miró con la boca entreabierta. 

-Perdón!!!-, me rio,  -No esperaré menos de 100-.

-No creo que saque algo menor a 100-.

Dejó escapar una carcajada, su risa era perfecta, ella era perfecta, demasiado para ser cierto. Me senté en el mismo lugar de siempre, y noté que estaba un poco más atras de lo comun. Ella se sentó y notó lo mismo que yo. Frunció el ceño y se irguió como un suricato para estudiar mi asiento.

-Son ideas mías o...-, dice Faye

- Si-, interrumpí , tomé mi asiento y lo llevé un poco más adelante y me sonrió.

-Mucho mejor-, sonrió de lado . Era mi imaginación la que me estaba dañando tanto. Suspiré y volví a sonreír.

-Como va todo con Tomas?-, dije intentando sonar casual. 

-No es nada importante-, respondió rápidamente, asentí frunciendo los labios.

-Puse el examen muy fácil-, dijo aclarando su garganta. 

-Que bueno-, dije malhumorada.

Me miró unos segundos y luego suspiró. Entreabrió la boca para decir algo, pero empezaron a entrar en el aula así que no pudo decir nada. Tomé mi celular y empecé a distraerme. Tenía que dejar de arruinar mis escasos momentos de conversación con ella metiendo al hombre que me hacía destilar bilis. Tomé mi asiento y volví a retrocederlo. No me molesté en mirarla el resto de la clase. -Cuando terminen pueden irse-, dijo severamente.

Bueno, tampoco gozaba de buen humor.

Me dejó el examen, joder! ¿Cuál era su
maldito concepto de fácil?. Eran como
3 hojas, anverso y reverso con casi 90
preguntas. Levanté la mirada y ya estaba sentada.

-¿Fácil? - dijo con una ceja levantada.
Negué con la cabeza molesta.

Era una mierda. ¡Empecé a responder una por una, se me estaban haciendo eternas!

Acabé y suspiré largamente. Me puse
de pie, tomé mi bolso y lo dejé en su
escritorio. Sonrió sexymente y sólo la
ignore.

Salí del aula y tomé una gran
bocanada de aire. Era demasiado
estresante. Cerré los ojos fuertemente
y lo único que tenía en la mente era su
rostro.

-¿Todo bien? -, dice Faye apoyándose en la baranda a mi lado. Di un pequeño saltó y rio.

- No te preocupes - sonriendo débilmente,- Estaba....distrída.-

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