ENSEÑAME LO QUE ES AMAR ✔️

DÉJAME EN PAZ

Llegué a casa y mi madre envés de tomarse la leve molestia de saludarme, empezó a gritarme por no haber sacado la ropa de la secadora. Suspiré y traté de mantener la calma, ya estaba teniendo n día de mierda como para que me grite de estupideces.

Le respondí molesta y empezó a grítame más fuerte, por no limpiar mi habitación, por no hacer nada, y por volverme lesbiana para llamar la atención.

Reí irónicamente e intenté irme a mi habitación, pero se molestó muchísimo más. Joder! Estaba en sus días especiales? Por qué tenía que pagarlo yo!? Mierda.

-Ya basta! - molesta -Ya entendí! Soy una
mierda! Ahora puedo irme!??

-No hables malas palabras!! - frunciendo el ceño.

- Ya, ya -rodando los ojos - Ya puedoirme!?

-Deberías irte de la casa!! - moviendo
las manos - Mira la edad que tienes! Y ni siquiera saliste del colegio!

Ay mierda, ya empezaría con eso. Me levanté y me fui a mi habitación. Cerré la puerta con seguro y saqué mi maleta.

Quería que me fuera? Lo haría, pero para siempre. Empecé a doblar la ropa mientras algunas lágrimas rodaban por mis mejillas. Metí todo lo que encontré, eso de estar poniendo todo el orden era una mierda. Me limpié las lágrimas y salí.

-Qué crees que estás haciendo!?
mirándome con los brazos cruzados.

-Lo que tú quieres - pasando por su lado. Fui a paso rápido hacia la puerta.

-Yoko!!!- gritó - No te atrevas a salir
por esa puerta.

-o qué? - molesta - O no podré volver?
Reí irónicamente, y salí.

Salió detrás de mí y siguió gritándome. Metí la maleta en el asiento de copiloto. Nunca agradecí tanto haber ahorrado y sufrido por mucho tiempo trabajando, para comprarme mi auto, eso no me lo podía quitar.

Empecé a manejar y suspiré. Qué mierda haría con mi vida!? Fui hasta la escuela, tal vez Sam o Marissa podían dejar que me quede en su casa. Bajé y fui hasta el patio, y ahí estaban, corriendo como locas.

Joder...había olvidado que me tocaba deporte. Intenté rodear el patio para que el profesor no me viera, pero me topé con alguien.

- Oh, lo siento - intentando pasar por su lado.

- Yoko - dijo con una hermosa sonrisa.
Sonreí de lado y empecé a caminar, pero me agarró del brazo.

-Podemos hablar? - esperanzada.

-No tenemos nada de qué hablar - negué con la cabeza - No...no somos nada,puedes hacer lo que quieras con tu vida, puedes hacer lo que quieras con quien puedes hacer lo que queras con quien quieras.

Seguí caminando por suerte no me siguió. Empecé a subir las escaleras,
intentando a que me vieran, y Marissa lo hizo, así que la llamé con la mano.

-Yoki - agitada - Que pasó?

-Tuve una pelea con mi madre -
suspirando - Puedo quedarme en tu casa por...un tiempo?

- Oh Yoki - se agarró de la baranda para normalizar su respiración - Esta noche
viajaré con mis padres, hasta el domingo, una...emergencia familiar.

-Ay Dios - me tapé la cara con ambas manos - Bueno, igual gracias, puedes..volver a correr.

- Lo siento

Se fue y me quedé mirándolas. Me quedaba Sam, porque no pensaba ni
mencionárselo a Miguel. Escuché sus tacones nuevamente, ese sonido ya me
causaba pesadillas.