Capítulo 2

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Pov. Riley

Era un nuevo día en el colegio, caminaba por el pasillo en dirección al salón, aunque no prestaba atención a mi alrededor, pensaba en lo que había pasado con Val en el entrenamiento, no entiendo su comportamiento.

—Oye rarita

Este día no puede ir tan mal.

Detuve mi pasó para girarme y mirar al tonto de Adrián, yo solamente lo miraba algo sería, no tenía la mínima intención de hablar con él.

—¿Qué quieres?—. Le pregunté con un tono molesto.

—Tranquila, no vine a molestarte, solo vine para invitarte a ti y tus amigas a mi casa, haré la fiesta más genial—. Adrián se acercó a mí para después pasar su brazo por detrás de mi cuello y me acerco a él, podía oler su perfume.

Era la primera vez que Adrián nos invitaba a una de sus fiestas, siempre las hace empezando el colegio, pero para mí esto no era normal, algo trama.

—¿Hoy?—. Le pregunté

—Claro—. Con su otra mano golpeó ligeramente mi hombro.—Saliendo del colegio, espero verte ahí—. Sin decir nada más Adrián se alejo.

Solo podía mirar al chico caminar y saludar a varias personas, estaba muy confundida, ¿Por qué nos invitaría?, tal vez trama algo y nos dejara en ridículo frente a todas las personas. 

El sonido del timbre hizo que lo dejara de mirar y comenzar a caminar al salón, tenía que decirle esto a mis amigas, se que ellas pensaran igual que yo y ninguna irá a la fiesta.

(...)

Era la hora de comer y ambas tomamos asiento en una de las mesas, para nuestra mala suerte en frente de nosotros se encontraba Valentina y sus amigas. Yo solo podía mirar a Valentina, ella comenzó hablar con una sonrisa en su rostro, por una parte quería saber de lo que estaba hablando y saber porque se mostraba tan feliz.

—Riley

Grace puso una de sus manos en mi hombro haciendo que la mirara.

—¿Pasa algo?—. Pregunto arqueando una de sus cejas.

—Adrián nos invitó a su casa ya que hará su típica fiesta y no quiero ir ya que es muy raro porque nunca nos invitaba—. Les dije mientras les sonreía algo nerviosa, ellas solo se miraron entre si, creo que no lo debí decir así.—No debemos confiar en él

—¿Estás bromeando?—. Bree habló.—Tenemos que ir

—¡Si!—. Grace miro a Bree con una sonrisa.

Sabía muy bien que no podré hacerles cambiar de opinión, si ellas van, tendré que ir también. Con solo pensarlo se me revolvía el estómago, no confiaba mucho en él.

Deje caer mi cabeza sobre la mesa llevándome un gran golpe, si dolió.

—¿Riley estás bien?—. Pregunto Grace

(...)

Estábamos paradas en la puerta de la casa de Adrián, aún estamos a tiempo, podemos simplemente irnos y evitarnos todo lo que puede pasar. La casa era de dos pisos y se podía escuchar el ritmo de la música.

—Recuerden, si las cosas se ponen feas nos iremos rápido—. Les dije mientras me paraba enfrente de ellas para que me mirarán

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