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4| CHARLANOCTURNA.
Emily.
La cena transcurrió demasiado tranquila entre charlas y risas, anécdotas de nuestros padres, mi experiencia en Nueva York cuando estudiaba estilismo, la vida futbolística de los tres jóvenes en la mesa, la continuidad de Facu en Manchester City y su lesión en la rodilla que no lo dejará jugar por unos meses.
Me sentía un poco más tranquila después del encuentro con Jude en la cocina, él estaba frente a mi y a veces en cuando cruzamos miradas.
Creía que nadie se daba cuenta de la tensión rara que habia entre nosotros hasta que me di cuenta que mi viejo nos echaba una miradita curiosa de vez en cuando, cosa que me puso mucho más nerviosa.
Luego de un rato, habíamos terminado de cenar. Mi madre nos invitó a pasas nuevamente a la sala para tomar una taza de té/café acompañado con un postre, excepto mi viejo que como buen argentino promedio después de un asado, quiso tomar un helado de postre.
— Emilia, ¿Vos querés helado? — me pregunta en español.
— No, gracias, pa. — le agradezco, levantándome del sofá con mi celular en mano. — Voy a hacer un llamado, permiso. — miento, informándoles a todos.
Antes le doy una miradita significativa a Jude, esté asiente disimuladamente entendiendo a la perfección.
Deslizó la gran puerta de cristal y salgo al jardín sintiendo el aire fresco golpear mis mejillas. Fingiendo hablar por telefono, camino lejos de la casa para sentarme en uno de los sillones de madera frente a la piscina que se encontraba a unos metros.
Miro hacia dentro de la casa, nadie me estaba prestando atención, todos se mantenían entretenidos hablando.
Bajo mi celular y, para matar el tiempo, entro al chat de Ellie. Tenía un mensaje donde la rubia me preguntaba si mañana nos podíamos encontrar en el mismo café de esta tarde antes de irse a la universidad, conteste con un sí, para luego mantener una corta conversación.
