Mi historia de amor/T/n Montemayor♥️✨️

CAPÍTULO 8

MARATÓN 5/5.

Torres nos lleva a un edificio muy alto y elegante. Subimos en el ascensor al piso 8 y llegamos a un lujoso restaurante.

- Buenas noches, señor Parra - sonríe una pelirroja de cabello corto.

- ¿Está libre mi mesa? - pregunta él, ella lo mira embobada y yo pongo los ojos en blanco.

- Claro que sí, los acompaño - lo mira y le sonríe.

- Cuidado por donde pisas...está lleno de baba - le digo a Cesar muy bajito.

- ¿Estás celosa? - me mira con expresión divertida.

- Claro que no, estoy ofendida... ¡Ni siquiera ha notado mi presencia! Debería quejarme con el dueño - digo con tono molesto.

- Pues aquí estoy, dímelo - Cesar sonríe con gesto divertido... ¡Idiota presumido! Seguro disfruta hacerme pasar vergüenzas...yo y mi gran bocotá.

La chica nos lleva hasta una mesa del fondo, junto a un ventanal con una vista preciosa. Ella sigue a nuestro lado, mientras nos sentamos. ¡Por Dios, chica! ¡Disimula! La miro con el ceño fruncido y ella por fin se retira.

El resto de la noche es bastante tranquila, la cena estuvo deliciosa y Cesar me contó sobre la estructura organizacional de su empresa. Me sorprende saber que la segunda al mando es una mujer. ¡Qué genial!

Después de cenar me llevó a mi departamento y se bajó para acompañarme a la puerta. Me dio un beso en la mejilla y se fue.

Estoy en mi escritorio en Phoenix Publishing sonriendo como idiota. Repaso en mi mente una y otra vez la cena de anoche y los hermosos ojos cafés que me encantan.

Me alegró mucho llegar anoche y no encontrarme con Vanessa, porque querría saber todos los detalles. La caja de Pizza en la cocina me dice que no murió de hambre, así que no me preocupo por ella.

Evie me dice que ella y el señor Coronel irán a un evento en Nueva York en un par de semanas, por lo que debo reservar sus habitantes de hotel. Me pregunto por qué solo el señor Coronel y su asistente van Dominik y Emilia no me han dicho que la señora Morgan vaya a salir.

Cuando llego a casa me siento tentada a llamar a Cesar, pero me detengo. He notado que solo me busca los fines de semana, así que no quiero ser insistente o empalagosa con él. Tal vez debería alejarme un poco y ver qué pasa.

¡Viernes al fin! Esta vez no pude zafarme y accedí a ir al bar de la otra cuadra por unos tragos con Henry, Dominik e Brian.

Henry dice que es una costumbre de los empleados. Prometí que serían solo un par de tragos, ya que mañana voy a ver a Tucson a ver a Fernando.

- Vamos, chicas ¿Otra margarita o una cerveza? - pregunta Henry.

- Yo quiero una piña colada con mucho alcohol - grita Dominik.

- Una margarita. Gracias, Henry - le digo y se aleja.

- Entonces... - dice Brian - Cuando veo la imagen que sale de la impresora, entiendo todo... ¡Este idiota mandó a imprimir las imágenes de su carpeta personal! ¡Y obvio ninguna era la portada del libro!

- Eww - gritó Dominik - Solo Dios sabe las cosas que su retorcida mente atesora en esa carpeta.

- No solo Dios - ríe Brian - El jefe tomó las imágenes antes que nosotros y tuvimos que pagar una multa por "Conducta Inmoral"...

- ¿Tú también? - trato de tomar aire para hablar.

- Sí - Brian se sonroja - Henry se encargó de involucrarme.