Absolutos somos, solo tú y yo: Parte 12

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Después de almorzar, fui a mi habitación con Alba en brazos. Después de colorear un rato, se quedó dormida. 

Salí de la habitación encontrándome a Begoña de frente. 

 — Marta, me gustaría que hablemos... — miró a ambos lados del pasillo. — Andrés me ha dicho que ya sabes todo... — asentí.—

— Vamos al jardín. Así podremos hablar tranquilas. — asintió sonriendo.—

Escuchar de la voz de Begoña el abuso que había y sigue viviendo al lado de mi hermano Jesús, es algo que nunca pensé que escucharía. El maltrato psicológico, y en ocasiones físico, ha sido abrumador de escuchar. Y solo de pensar que Julia ha tenido que presenciar gran parte de todo esto, me enfermaba.

— Marta, hay algo más que tienes que saber. Jesús es estéril. — fruncí el ceño al escuchar esto último.—

— Begoña, eso es imposible... Jesús tiene a Julia, es su padre. — ella negó.—

— Julia es hija de Valentín. — me levanté.—

— Dios mío... — apoyé las dos manos sobre la silla. — ¿Jesús lo sabe? — ella sintió.—

— Si, hace tiempo. El me confesó que había matado a Clotilde y a Valentín cuando descubrió que se iban a escapar juntos. Dijo que fue un accidente. Pero no me creo absolutamente nada viviendo de el. Tú padre me pidió de rodillas que no lo denunciara, diciéndome que era un hombre completamente enfermo.

— No solo está enfermo de rabia. Es un completo psicópata, Begoña. 

— Marta... — me senté de nuevo. — Voy hacer todo lo posible para verlo en la cárcel por tanto daño que ha hecho y sigue haciendo. El daño psicológico que le ha hecho a Julia es abismal. Me confesó que recuerda todo de aquel día... Cual el me disparó. Está aterrada de quedarse a solas con el.

— Decir a estas alturas que no le va hacer daño a Julia, es algo impensable. — suspiré llevándome las manos a mi rostro, unos segundos. — Begoña, cuentas con todo mi apoyo. — ella sonrió levemente.—

— Gracias, Marta. No puedo imaginarme lo difícil que debe de ser para ti, descubrir todo esto. ¿Eres consciente que cuando todo salga a la luz, el apellido, la sociedad, la perfumería, todo... Puede diluirse...?

— Lo sé. Todo puede acabar, lo he pensado mucho. Pero estaremos juntos en esto, superándolo. Y no podía quedarme sin hacer nada, sabiendo todo lo que sé. — segundos después, nos abrazamos fuertemente.—

Nos separamos, caminando hasta la casa.

— Marta, Julia se va este verano de campamento de verano a Toledo. Estuve allí con ella, y le gustó el sitio. Es al aire libre, hay cabañas, van aprender mucho, y sobre todo a disfrutar. La edad es de 4 años, hasta los 17 años. 

— Separarme de Alba siendo tan pequeña, no lo sé Begoña... 

— No estaría sola, estaría con Julia. Se verían durante el día. — asentí.—

— Voy hablarlo con ella. Si le gusta la idea, y se siente cómoda, me lo replantearé. 

Poco después había hablado con Alba, y estaba ilusionada con la idea de conocer el lugar. Y saber que también va a estar Julia, le encantaba esa idea. Durante la tarde, ellas junto con Begoña fueron al campamento, para que Alba lo viera, mientras yo me encargaba de todo los papeles de ambas para presentarlos.

De pronto, mi padre entró al despecho.

— ¿Y esos papeles hija? — dijo mientras se ponía un whisky, sentándose en el sillón.—

— La documentación que necesita Julia y Alba, para irse de campamento de verano. 

— Sabía que Julia se iba, pero no que Alba también. ¿No crees qué es muy pequeña para ir? — tomó un sorbo de whisky.—

— Al principio, no me pareció buena idea... Es la primera vez que estará lejos de mi. Pero la he visto ilusionada, y ahora deben de estar en Toledo para verlo todo con ella. Además, si no se siente cómoda ni segura, los monitores me llamarán, y estaré ahí sin dudarlo. Alba es mi prioridad, siempre. — el asintió sonriendo.—

— Eres una gran madre, Marta. Sé que nunca te lo he dicho, pero lo eres. Las has criado todo este tiempo, sin Jaime a tu lado. 

— No ha sido fácil, ni será fácil. Pero Alba es la luz de mi vida. 

— Cada día se parece más a ti. Es cambio Julia no se parece... 

— Julia no se parece en nada a Jesús. — terminé la frase. — No tiene nada de el. Jesús es un manipulador, y utiliza a las personas. Le da vuelta a las cosas a su conveniencia. Siempre ha sido así, incluso desde niño.

— Hija, ¿qué te puedo explicar yo a ti, si ya eres madre? Jesús es mi hijo. ¿Tú no harías lo que fuera para proteger o defender a Alba? — negué.—

— Alba no es Jesús, y nunca lo va hacer. No hay punto de comparación. — me levanté. — Ahora si me disculpa, me retiro. Tengo algunos asuntos pendientes en la tienda.—

Días después, Alba y Julia se encontraban ya en el campamento. Ambas se habían integrado bien y estaban disfrutando del lugar. Fina y yo, decidimos que cualquier cosa que pasara, el lugar donde nos reuniríamos todos, junto con Begoña también, sería en la pastelería. Un sitio seguro donde nadie podría imaginarse que allí escondíamos las pruebas en contra de mi hermano Jesús.

Decir que me sorprende que haya robado no solo a la empresa, si no a más sitios, o incluso a personas, sería mentir. No me sorprende en lo absoluto. Teníamos el anillo de Valentín, los documentos de sus robos, la auditoria a la empresa, todo. 

Dentro de poco, todo acabaría.

Inspiré profundamente para dejar de pensar un poco en todo lo que está pasando y lo que vendrá. Necesitaba un poco de respiro.

Había quedado con Fina en su pastelería, encaminándome hacia allí.


..........


Próximamente...

Miraba sus ojos, sintiendo el arma apuntándome en la frente.

— Que vida más triste tienes, Jesús. Espero que seas feliz con la nada que te queda. — dije mientras movía mis manos intentando quitarme la soga que las amarraba, sin dejar de mirarlo.—

— Voy hacer muy feliz, lesbiana de mierda. Eso te lo aseguro. Mándale un besito a tu padre de mi parte, Fina Valero. — dijo riéndose mientras quitaba el seguro del revolver.—


..........


Nos leemos pronto ;)

Nada es lo que parece... 

¿Les está gustando?







MAFIN (ONE SHOT)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora