¿Who's she?

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Pov's tom

Abrí mis ojos lentamente, parpadeando para poder acostumbrarme a la luz. Lo primero que vi fua a Adri mirándome fijamente. Frote mis ojos y bostece mientras me estiraba. Sentí como algo suave caía de mi cuerpo. Puse mi mirada en la parte sur de mi cuerpo con una sabana alrededor de mi cintura. Levante una ceja y mire a Adri qué ya había apartado su mirada de mi.

-¿Y esto?- dije con voz ronca y somnolienta. Ella me miró con un gran desinterés, para después volver a quitar la mirada que tenía puesta en mi, y ponerla en el ventanal.

-Adri, te estoy hablando- dije con impaciencia esperando algúna respuesta de ella.

-Una sabana, ¿Acaso no ves? - dijo ella aun sosteniendo su desinterés y con un tono de voz bastante serio, pero aún mirando el gran ventanal. Sentí como mi frustración empezaba a crecer ante la respuesta de Adri.

-ya se que es una sabana, pero quien me la puso- dije tratando de controlarme.

-Ellos- ella toco una pequeña campana y los hombres que yo había contratado entraron. - tenías frío, y solo les pedí que te pusieran esa sabana- dijo volviendo a mirar a los ventanales aun con desinterés.

Sentí como mi corazón latía con fuerza al escuchar las palabras de Adri. No pude evitar que una sonrisa traviesa se formará en mis labios ante la preocupacion qué demostraba hacia mi.

Estaba apunto de responder, pero entro un doctor a la habitación, sin previo aviso. Rápidamente mi sonrisa se desvaneció.

-jefe... ¿Podría salir para hablar? - dijo el doctor si tan siquiera saludar. Asentí con la cabeza y me levante del sofá tirando la sabana en el.

Mientras salía de la habitación, sentía la mirada de Adri fija en mi, mientras cruzaba la puerta.

Finalmente salí del todo de la habitación, y me pare justo frente al doctor.

-¿que paso? - dije arqueando una ceja con un toque de curiosidad.

-necesitamos los datos de la señorita... Jefe-

-bien. Se llama Adri, tiene 21 años de edad. Esos datos son más que suficientes-

-no señor... Necesitamos datos concretos- dijo con respeto mientras agachaba su cabeza en señal de respeto. Sentí como una frustración iba creciendo en mi cuando escuche "datos concretos". Pues ni yo los sabia. No había hablado mucho con ella desde que la secuestre. No sabía cómo responder a esa pregunta, pero dije lo primero que se me cruzó por la mente.

-denle de alta, ¡ya!- dije con un tono de voz bastante irritado.

-pero señor, la paciente esta demasiado mal-

-¡¿Acaso ves que me importa?!. Dije, ¡denle de alta, pero ya! -

-pero señ- lo interrumpí.

-te quieres morir, ¿verdad?, o ¿acaso te gusta mi chica?- dije con sarcasmo mientras levantaba una ceja.

-no, no, no, no, no. Para nada señor, ya mismo le doy la orden de salida-escuche como su voz se desesperaba. No pude evitar sonreír cuando se dio la vuelta y corrió por los pasillos desesperado. Me di media vuelta, Y volví a la habitación. Mi ojos se posaron en Adri. Aun estando así, en ese estado, parecía una diosa griega. Sacudi mi cabeza, mientras me cruzaba de brazos, aún parado en la entrada.

¿Como era posible que ella me lograra cautivar tanto?. ¿Ella podría ser mi próxima mascota?, ¿sabrá el significado de tal palabra?. Mi cabeza se lleno de preguntas pero no encontré respuesta para ninguna.

-¿Qué tanto me vez?- dijo Adri con voz irritada.

Sacudí mi cabeza y mire hacia el ventanal, tratando de disimular.

-Nada... Te darán de alta-

-¡¿QUÉ?!, ¡pero ni si quiera estoy lista! -

-Terminaras de recuperarte en casa, no puedo vigilarte todo el día, aquí en este hospital-

-Nadie te lo está pidiendo. Divinamente puedes irte, ¿sabes? -

Supire tratando de contener mi irritación que iba creciendo dentro de mi. No me quería desquitar con Adri por el estado en el que estaba, así que cerré los ojos he intente calmarme mientras la escuchaba gritarme. Después de unos segundos abrí mis ojos y respondí con calma.

-Nos iremos a casa y punto, no pienso discutirlo, ¿ok?-

-Tom, no, no y no, y no-dijo negando con la cabeza debilmente.

Me crucé de brazos y me quede pensando en que responder a esa respuesta tan decidida que me dio Adri. Después de unos segundos metí la mano en mi bolsillo y saque mi teléfono, me di la vuelta saliendo de la habitación. Desbloquee el teléfono, me dirigí a contactos y seleccione el número de mi perro guardian "liam". Tenía en mente que el viniera y se hiciera cargo de Adri y la llevara a casa.

Yo tenia que ir a las carreras, así que no estaría tranquilo si ella se queda aquí donde fácilmente podría escapar de mi. Después de 2 minutos liam contesto.

-¿aló?- escuche la voz de liam del otro lado del teléfono

-Ven al hospital, el que queda en el centro de la ciudad, recoge a tu amiga Adri, y llevala a casa, quiero que llegue sana y salva, cuidala con tu vida, o de lo contrario estarás acabado.- dije con rapidez y estaba a punto de colgar cuando escuche la voz de liam de nuevo en el teléfono, no le preste atención.

-¿Quién es Adri señ- lo interrumpo colgando la llamada. Pero cuando cuelgo me quedo procesando las últimas palabras que alcancé a escuchar de él.

Una leve sospecha entro en mi. ¿Como no iba a saber quién era "Adri"?, si eran amigos. Tenía la leve sospecha de que ella no se llamaba asi y que yo no conocía ni su nombre. Sacudí mi cabeza y murmure.

-Nah, Adri es su nombre, solo que es muy corto, eso es todo- dije tratando de justificar el echo de las palabras del doctor, de las mascotas de los chicos , y de liam, pero era imposible. Tenía mucha lógica. Tenía que descubrir quien era esa chica realmente

SED DE VENGANZA: Tom Kaulitz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora