My Concern My Love

193 14 2
                                    

No sabía que tramaba, o por que lo hacia.

-¿qué mierda tramas, tom?- pregunte parándome de la cama.

El se acerco a mi, lo suficiente como para sentir su respiración en mi nuca. Me cogio los hombros con sus fuertes y pesadas manos.

-jugar, y vengar- se separó de mi para ver mi cara. Pude ver sus ojos marrones. Tenía mirada de lujuria, de satisfacción y deseo.

-¡¿de que mierda hablas?! - hice un movimiento brusco y, me safe de su agarre.

-no quieres que te haga nada,¿no es así? - el pregunto acercándose a mi cara hasta el punto de rozar narices.

Mierda. Me había puesto nerviosa. Esa mirada oscura qué el tenía, de alguna u otra manera me causaba escalofríos y deseo.

-no se que quieres, pero de todas las formas posibles qué lo intentes no lo vas a conseguir- dije dándole un pequeño empujón para alejarlo un poco de mi.

Sentía mis piernas temblar. Estaba nerviosa, mis pelos se pusieron de punta. No quería tartamudear como una completa patética. No quería que se diera cuenta que su presencia me acusaba terror. No quería que viera lo debil que era a su lado.

-escucha, extraña, aun me debes lo de esa noche, ¿Sabes? - dijo bajando la tira de mi camisa con su dedo.

Lo empuje tan fuerte que cayó al suelo, golpeandoce las cabeza. Se paró lo más rápido que pudo. Vi su mirada oscura. Sus ojos qué solían ser marrones, ya no lo eran, eran oscuros.

Esa mirada qué me lanzó me hizo sentir débil, sabía que estaba furioso y lo note en sus ojos y su rostro frío.

-¡MALDITA PUTA! - dijo eso y camino hasta a mi. Sabía que lo me pasaría depues de eso, y aun así me arriesge.

Extendí mis manos haciendo símbolo para que se calmara. Lo admito. Tenía miedo.

-espera tom, podemos arreglar esto, por favor- di unos pasos hacia atrás lentamente.

-¡¿AHORA SI ME SÚPLICAS?! - me dio un puño demasiado fuerte en el estómago. Me hizo retorcer del dolor. Caí al suelo tosiendo sangre. Puse mis dos brazos al rededor de mi abdomen.

-¿QUE MIERDA PASA CONTIGO?, ¿CUAL ES TU MALDITO PROBLEMA? - dije tosiendo sangre, mientras me retorci del dolor.

-eso mismo pienso yo, ¿en serio pensaste que no te castigaria depues de faltarme al respeto más de 3 veces?, ilusa-dijo acurrucados, sujetando mi barbilla con fuerza, haciendo que lo mirara.

Lo mire pero solo soltó una sonrisa. Se levento y se fue, cerrando la puerta de golpe.

Yo aun seguía ahí. Me levante con las últimas fuerzas que me quedaban y camine hasta la puerta. Me estaba empezando a marear, el dolor era insoportable. Abrí la puerta y camine hasta la sala.

Pensé que alguna de las chicas estaría allí, pero no, con el único que me encontré fue con el hombre de cabello largo y castaño.

-¿QUÉ TE PASO MUJER? - dijo sorprendido por mi apariencia.

-ayuda... - susurre sin alientos mientras mis ojos se iban hacia atrás.

Caí al suelo casi que desmayandome. La respiración me faltaba. Solo escupia sangre, me dolía mucho el estómago. Veía todo borroso.

Sentí que unas manos me cargaron. Unas manos fuertes y pesadas. Escuchaba voces pero no entendía nada de lo que decían.

Cerré mis ojos poco a poco y todo se volvió negro.

Tom pov's

Escuche a Georg llamarme, mientras yo salía de la mansión. De seguro quiere algo.

Me devolví, pero quede en shock por la escena que contemplaban mis ojos. Georg tenía en brazos a adri.

-hay que llevarla a un hospital, esta chica esta muy mal-dijo sosteniandola sin saber que hacer con ella.

-damela- extendí mis brazos para poder cargarla. Corrí hasta el auto, la acosté en los asientos de atrás mientras, Georg iba acompañándola.

Acelere lo más que pude el auto. Estaba preocudo, pero, ¿Por que me preocupaba tanto por aquella chica?.

Pasaron entre 10 a 15 minutos y por fin llegamos a al hospital. La carge en brazos nuevamente y atravese las grandes puertas del hospital.

-NECESITO ATENCIÓN AQUI, Y AHORA- grite llamando la atención de los enfermeros/as.

Me vieron y no dudaron en atenderme. La llevaron en una camilla hasta una habitación. Trate de entrar pero.

-Lo sentimos mucho, Sr kaulitz, pero no puede entrar por un bien de la paciente, si gusta puede esperar aquí afuera-dijo la enfermera tapándome el paso para que entrará a la habitación.

Estaba furioso conmigo mismo, pero si era por el bien de esa chica lo tendría que hecer. Me senté en al lado de la pueda, mientras la Emfermera la cerro.

Paso una hora exacta y aun no teníamos razón de adri. Estaba exhausto, ansioso, frustrado, solo por no obtener información de adri.

-¿crees, que tarde mucho tom? - pregunto Georg.

-no lo se, solo quiero que este bien-dije mirando al suelo.

-¿que le hiciste?, casi la matas- dijo sin sorprenderse. Pues matar y llenar mis manos de sangre, ya era un hábito muy común.

SED DE VENGANZA: Tom Kaulitz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora