* Jaden*
Porfavor, pagaremos lo que sea-suplica Amaia.
Llevamos 10 minutos intentando convencer a un policía de que nos deje estacionar el puesto aquí.
Según dice, deberíamos de haber pagado una cantidad de dinero. Ninguno de nosotros sabíamos nada.
-Lo siento pero el plazo ya está cerrado.
Amaia es incapaz de contestar. Se rasca las manos nerviosa.
-Te pagaré más.
-El plazo cerró hace dos días, recoged vuestro puesto.
-Porfavor- vuelve a decir Amaia.
-¿Quieres una multa?- dice el oficial cabreado.
-Lo que faltaba- murmura Henry a mi lado.
El oficial se marcha al no oír respuesta y a duras penas desmontamos el puesto.
-Tenemos que hacer algo.
Comienza a dar vueltas pensando en alguna posibilidad.
-Ya lo escuchaste, el plazo cerró- se acerca Leo a su lado- nos tenemos que ir.
Leo le ofrece la mano para ayudarla a levantarse pero esta se niega. Sé lo importante que es para Amaia este concurso, fue el primero que hizo nada más llegar a Italia y fue el motivo por el cuál nos conocimos hace años.
Me acerco a ella y le susurro algo al oído que la hace sonreír.
-Ahora volvemos- digo ganándome la atención de todos.
-¿Qué vais a hacer?
Nada.
-Voy a llamar a mi chófer.
- ¿Tu chófer?
-Sí, yo tampoco me acordaba de su existencia.
Tecleo su número y en un momento está aquí.
-¿Será posible imprimir diez mil papeles de esto?
El chófer me mira como si estuviera loco pero asiente.
Mi plan va a la perfección.
-¿Me vas a decir que es lo que tienes en mente?
-Espérate un poco.
Nos subimos en la parte de trasera del coche.
-Ha pasado media hora, ¿Podemos bajarnos ya?
-Sí.
Amaia mira a través de la ventana, y cuando se da cuenta de lo que tenemos enfrente me mira y niega.
-Sí
-No
-Sí
-¿VAMOS A MONTAR EN GLOBO?- grita emocionada a mi lado.
-En realidad debería de haber sido más tarde pero hay que salvar el concurso.- sus ojos me miran chispeantes- Puedes bajarte si quieres.
Sale disparada del coche y se acerca a mí.
-No sé cómo agradecerte esto- dice con los ojos llorosos.
-Se dice gracias.
Me mira feliz y se abalanza sobre mí dándome un abrazo. Aprovecho el momento para posar mis manos en su cintura y dejar un suave beso en su coronilla.
-Gracias.
-Nada de cursiladas- respondo serio- Tenemos que ganar un concurso.
Tiro de su mano y nos subimos al globo. El señor que he contratado es muy majo y nos da explicación de todo el manejo del globo.
ESTÁS LEYENDO
Solo sé tú
RomanceAmaia Disick vuelve al pueblo de su infancia tras años sin visitarlo. Su único plan era estar rodeada de sus seres queridos durante ese tiempo. Sin embargo, en el camino, se encuentra con su amor de infancia que fue olvidado pero no superado. Un s...