Solo sé tú

Capítulo 13

                                              *Jaden*

Recordadme no tener hijos hasta un tiempo.

Eran las 7 de la mañana y nuestra vecina(Eterel) había recibido a sus nietos hace un rato.

Se ve que la señora no sabe cuidarlos porque desde que han llegado no han parado de llorar.

-Que alguien calle a ese niño-murmuro agobiado.

Me remuevo en la cama incómodo buscando la posición correcta pero nada hace que vuelva quedarme dormido.

Me levanto con cierta parsimonia quedándome de pie en la puerta del baño.

-¡BUENOS DÍAS!

Salto asustado girandome para ver quién es el causante de los gritos.

-Tú otra vez-murmuro cansado.

No podía haber venido en otro momento que no fuera ahora. Siempre tan inoportuno.

-Ayer no te veía tan malhumorado.-dice entre risas.

Entiendo el contexto de sus palabras y una sonrisa ladina me aparece al recordar esos momentos.

Cierro la puerta del baño dejándolo afuera y lo siento sentarse a un lado, esperando a que yo salga.

Se viene charla profunda.

-¿Crees que lo estoy haciendo bien?- pregunta incómodo.

¿Que dice este ahora? Claro que lo está haciendo bien.

-¿El qué estás haciendo bien?

-Nada- responde.

La verdad es que eso no me ayuda a saber lo que decir.

-La única persona que debe de tener una respuesta a la pregunta que estás haciendo eres tu.

-¿Piensas que hay algo que estás haciendo mal? - pregunto ya que sigue sin responderne.

-Puede ser-murmura para que no lo escuche pero lo oigo.

-Puedes decírmelo, si quieres- digo apoyándolo.

Leo no solía contar los problemas que le aterran, si lo hace, es que significas mucho para él. No pienso demostrarle que no me interesa lo que dice cuando no es verdad.

-No quiero quedarme más en New York- confiesa.

Vaya, se avecinan problemas.

-¿Por qué? Si allí se está muy bien.

-Tu no lo entiendes. Tu allí lo tienes todo, tienes a tus amigos, tu sueño deseado... no te falta de nada. Sin duda yo siento que ese no es mi lugar. No quiero estar allí.

A ver me faltaba alguien en New York, pero sé lo que quería decir.

-¿Has tenido un problema con alguien y no lo has contado?- pregunto preocupado.

Se me da un poquitito mal ayudar con los problemas ajenos.

-No, no, no-niega- el problema soy yo. Cuando estoy aquí me siento cómodo y no como un estorbo-confiesa- estoy dispuesto a dejarlo todo por irme y volver sabiendo lo que quiero. 

-¿Y a dónde te quieres ir? Porque aquí no te puedes quedar- informo.

-Buscaré algo, lo más rápido posible con tal de no volver-revela.

-¿Pero volverás pronto, verdad?

No voy a mentir. A pesar de que nos molestemos mutuamente, lo iba a echar de menos.