Capítulo 25

3 1 0
                                    

*Amaia*

Me pongo en pie tras escuchar un sonido proveniente de afuera. ¿Qué ha sido eso?

La ropa está tirada por el suelo; no logro ver donde está la luz, me arrastro con cuidado hasta el suelo buscando mi blusa.

No la encuentro por ningún lado.

Jaden, duerme plácidamente. Me acerco tocandole el brazo pero mi respuesta a sido nula ya que se gira al otro lado.

Intento pensar algo rápido para hacer que se despierte. Tomo la almohada y la tiro dándole justo en la cara.

Ahogo una risa cuando se levanta como si un zombi hubiera pasado por su cara.

-¿Qué quieres?- dice con la voz ronca. Se frota los ojos con pereza volviendo a la realidad.

Se vuelve a escuchar otro sonido. Señalo mi oreja y abro los ojos en dirección a la puerta.

-Eso son cosas tuyas- manifiesta volviéndose a tumbar de manera brusca abrazando la almohada.

Intenta jalar de mi cuerpo pero yo me niego a moverme.

-Venga- dice  volviendo a acercar a mí besandome las manos.

Así no funcionan las cosas si es lo que piensa.

Estoy sentada en el piso sin poder pegar ojo. Ese ruido sigue sonando y no pienso quedarme dormida hasta saber que es.

-Joder Amaia- Jaden se levanta poniéndose los pantalones en el proceso.

A diferencia de mí, el si encuentra la luz.

-Mi ropa- es lo primero que digo. Mientras me la pongo noto que me miran.

-Deja de mirarme psicópata- le lanzo un cojín que esquiva sin ningún esfuerzo.

-Cómo si no lo hubiera visto más de cerca.

Mis mejillas se tornan rojas. Flashbacks de ayer vienen a mi mente.

-¿Has escuchado los ruidos de afuera?- le pregunto.

Niega con la cabeza.

-Hace un momento se estaban escuchando golpes cerca de la puerta-explico.

-Ve a mirar que es-me reta.

Miro hacia la puerta. Es muy temprano, no quiero salir allí afuera.

-No quiero ir sola.

Imagínate que es un loco que me quiere matar. Prefiero que nos mate a los dos y no a mí sola.

-Yo te acompaño.

Dejo que el pase primero para comprobar que no hay peligro. Me escondo tras su espalda.

-No hay nadie.

Se aparta dejándome ver lo que se haya tras la puerta. Es un paquete con un lazito rojo.

-¿Es para mí?- la cojo con sumo cuidado.

Yo no he pedido nada en este hotel, entonces ¿Por qué ha llegado esta caja a mí ?

-Feliz cumpleaños, Amaia- dice Jaden con la sonrisa más sincera que he podido ver nunca. A pesar de la poca luz que hay, sus ojos brillan desde la oscuridad.

Ni siquiera recordaba que era mi cumpleaños, he estado tan centrada en Papá que se me había olvidado por completo.

Estoy tan feliz de que haya sido la primera persona en acordarse que lloro de la felicidad.

-Gracias- digo casi sin voz. Vuelvo a dejar la caja donde estaba y me seco las lágrimas como puedo.

A veces amo ser tan intensa. Son una mezcla de sensaciones que pasan por mi mente en  pocos segundos.

Solo sé túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora