Kellic. One Shots

Love.

Un año juntos y aún no podía creerlo. A  pesar de todo lo que pasamos, estaba aqui, con él, juntos para siempre.

Kellin es lo mejor que me ha pasado en la vida. Recuerdo cuando y como lo conocí. Yo soy psicólogo y trabajo en una clínica de rehabilitación de drogas y alcohol en el centro de San Francisco, ahí fué donde lo vi. El día que Kellin llegó a esa clínica, lo recuerdo bien, recuerdo cada detalle. El cielo estaba completamente gris, no hacía frío, sin embargo, el clima era agradable, había una pequeña brisa húmeda que no era lluvia pero tampoco era chispeo, era mucho más leve. Amo los días así.

Yo me encontraba en la puerta de la clínica, despidiendo a un chico llamado Oliver, que iba a salir de la clínica después de 3 años y seguiría su rehabilitación fuera de aquí. Espere a que Oliver subiera al auto de sus padres y en cuanto este arrancó, pude ver como por la acera donde yo estaba, se acercaba uno de los enfermeros de la clínica y venía empujando una silla de ruedas con un chico maravillosamente hermoso. Su piel a pesar de estar tornada de un tono amarillento, se veía suave y delicada. Una pequeña sombra grisacea bajo sus ojos ¿azules?¿verdes?¿grises?, hacía contraste con ellos y no lo sé, sólo sé que son hermosos pero en ese momento no tenían ni una pizca de brillo. Sus delgados labios estaban secos y agrietados.

Caminando a un lado de la silla venía una señora de unos cuarenta y tantos. Su rostro emanaba preocupación. Pasaron de largo mientras el enfermero me dedicaba un "buenos días doctor Fuentes"

Ese mismo día, me indicaron que era mi paciente. Al principio el me odiaba, no queria hablar, no comia. Así que decidí buscar formas alternas de que hablara conmigo y me dijera que sentía. Indagando y hablamdo con su madre, descubrí que teniamos cosas en común. Música, libros, comida, películas.

Decidí que en cada sesión, pondría música y así lo hice. Quería que se sintiese còmodo ya que las sesiones se basaban en Kellin sentado en la silla asintiendo o negando mis preguntas. Poco a poco nos hicimos más que paciente y doctor. Nos hicimos amigos, empezó a abrirse y a contarme lo que le pasaba.

Su problema con las drogas había iniciado desde que tenía sólo 12 años, que fue cuando su padre lo abandonó a él y a su madre. Dejó de ir a la escuela porque sufría bullying respecto a su sexualidad. Se escapaba de casa, y todo eso transcurrio por 8 años, hasta ese momento que fue cuando tuvo una sobredósis. Por eso ingreso en la clínica.

Cuando cumplió más o menos un año en la clínica había progresado bastante y su cumpleaños llego pronto. Le hicimos uns pequeña fiesta en la clínica y fue ahí cuando ocurrió nuestro primer contacto. Esa misma noche. Fue mágica.

La fiesta había terminado, su madre tenía que irse y esa noche me tocaba turno de quedarme con los internados. Estaba en el pasillo leyendo y escuché un grito de la habitación de Kellin, corri y el estaba sentado en la cama respirando agitadamente.

Me acerqué a el -¿Kellin?¿Qué pasa?¿Todo está bien?- pose mi mano en su hombro.

El volteó y estaba sudando- Yo...una pesadilla-

-Todo está bien Kellin, no pasa nada, tranquilo, vuelve a dormir- dije abrazandolo. Estaba por salir cuando me llamó.

-¿Vic?-

-Dime- dije quedandome en el umbral de la puerta.

-¿Podrías...quedarte?-

Sentí como mis mejillas se calentaron pero actué lo más calmado posible.

-Claro-

El se recostó dejando un espacio que evidentemente era para mi. Lo tomé y me acomode boca arriba y el se acurruco en mi pecho mientras yo pasaba mi brazo por su hombro. El poso la suya sobre mi pecho. Pasó un rato y creí que estaba dormido, decidí levantarme para irme, pero el habló.

-No te vayas-

-Creí que estabas dormido-

-No- soltó una pequeña risa- estaba pensando.

-Ah, ¿sí?, y ¿en que pensabas?-

Volvió su rostro hacia mi y me dedico una timida y hermosa sonrisa.

-Te amo Vic- dijo mientras agachaba la mirada aún recargado en mi pecho. No podìa creer que acababa de decirme eso. No lo podía creer porque yo sentía lo mismo.

-Kellin...mirame-

Volteó a verme una vez más y lo besé.

-Yo también te amo Kellin-

Os tierno y besho. La verdad es que ahorita que lo estaba escribiendo, como a la mitad, la idea me guto más para una historia, pero bueh.

Ya sé, ya sé, el nombre es una mierrrda. Pero pos, no tengo imaginación para los títulos. :v

Las amo, gracias por leer. Un poco de spam, pasense por mi Kellic y ni Fuenciado, si quieren, digo.

R♥ (mucho lof)