¿Dream?

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Era diferente.

Se sentía diferente.

Claro que no era la primera vez que soñaba con aquel chico de los ojos azules, sin embargo, era la primera vez que lo sentía real y además era la primera vez que lo tocaba. La primera vez que era completamente un sueño erótico.

Sus sueños anteriores eran inocentes: no sabía donde estaba, todo estaba nublado, ligeramemte luminoso y el se encontraba ahí, parado en medio de una habitación vacía. Y a lo lejos lo apreciaba. Lo apreciaba como un espejismo, sí, un espejismo que sólo podía admirar.

No era un secreto para si mismo que ese ser de ojos azules le atraía, sin embargo, era algo contradictorio si tomamos en cuenta como lo trataba. Pero así era Vic Fuentes, el chico le gustaba, soñaba con él, pero en la vida real, donde podía tocarlo, lo trataba como una basura. Si lo quieren ver de este modo, Vic Fuentes era el típico homosexual de closet que molestaba a otros en su condición sólo para permanecer como el "macho" que se suponía debía ser.

Pero en sus sueños, en su interior, era diferente.

Esta vez, se encontraba tal vez en la misma habitación, usando nada más que una playera y sus bóxers, pero la habitación no estaba vacia, no estaba nublado tampoco. Claramente se apreciaba una enorme cama con sábanas blancas, y muebles de madera acomododados aleatoriamente.

Caminó a través de esta, llegando a un ventanal enorme, con una vista a lo que parecía ser una playa nocturna y abandonada. Contempló la vista y en un parpadeo, su sueño de todas las noches estaba ante sus ojos.

Una figura un tanto afeminada, dandole la espalda, recargada ante el ventanal con una mano en el cristal estaba justo ahí.

Pero esta vez, su sueño estaba jugando mano a mano con sus fetiches y jugaban en su contra.

La figura era evidentemente de ese ser de ojos azules que llevaba por nombre Kellin Quinn. Vic lo examino de pies a cabeza asombrado por el atuendo que su subconciente había escogido para jugar con su calentura.

Unas zapatillas un tanto altas, blancas y de tacón puntiagudo calzaban a la perfección con los finos pies de su alucín. Subiendo poco a poco la mirada, las largas piernas cubiertas por unas medias blancas eran sin duda, la debilidad de Fuentes. Por si fuera poco, las medias se sujetaban de un liguero adornado con un sencillo y coqueto moño, que mas arriba se aferraba a la cintura de Quinn, cubierto por una falda azul tan corta que dejaba a la vista su respingado trasero, abrazado en su mayor parte por unas bragas de encaje color blanco.

Los dos pequeños hoyuelos de su espada baja quedaban a la vista mientras que el resto de esta, estaba cubierta por una blusa holgada blanca y transparente que ayudaba a que la luz nocturna se filtrara por esta delineando su cintura, haciendo énfasis en sus costados. Una manga deslizandose hacia abajo del hombro izquierdo, hacía la escena aún más deseable de lo que ya era.

Vic camino inseguro hacia Kellin, imaginando una y mil maneras de quitarle esa ropa. Llegó hacía la silueta, acariciando el hombro desnudo donde caía suavemente su cabello alaciado con delicadeza, acto seguido tomó sus caderas apegandolo a su cuerpo, moliendo lentamente su palpitante erección contra su trasero aún cubierto por la falda azul y las bragas blancas, mientras Kellin soltaba un suspiro, bajando la mano que yacía en el ventanal y colocandola a un costado al igual que la otra.

-Vic...-

Vic podía sentir el calor tan real que lo hacía sudar, deslizó las manos por los hombros de Kellin, bajando por sus brazos, sus manos y llegando a sus muslos sobándolos sin dejar de apegar su erección al trasero de su sueño.

Kellic. One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora