Kellic. One Shots

Confusión (Parte 2)

Me levanté rápidamente de la cama y busqué mi ropa

¿Qué acababa de hacer?

Estaba odiándome a mi mismo, la borrachera se había ido y sólo me quedaba un maldito remordimiento insoportable.

Me vestí lo más rápido que pude y salí corriendo de la habitación.

Baje las escaleras y alguien toco mi hombro. Me giré asustado

-Oye viejo, ¿qué te pasa?- preguntó Tony

-Yo...no...n-nada-

-Parece como si hubieras visto un muerto-

-N-no estoy bien-

-Como digas....David está buscándote como loco ¿sabes?

Mierda, pensé.

-G-gracias- dije

Me perdí entre la multitud buscando a mi novio. Me giré a la cocina y el estaba ahí, tomando un cerveza y hablando con su ex novio, Jack. Me puse celoso e inmediatamente me sentí culpable. No tengo vergüenza. Acabo de follarme a otro y estoy celoso cuando él no esta haciendo nada.

-David, amor-

-Hola, Vic-

-Bueno...yo me voy, nos...vemos luego David, Vic- dijo Jack.

Él se marchó y yo me acerque a mi novio tomándolo de la mano. Agachó la mirada con un suspiro.

-Estuve esperándote un buen rato, Vic-

-Lo siento cariño, yo...estaba vomitando en el baño de arriba. Creo que tomé demasiado- pasé saliva esperando que creyera mi mentira. Nunca le había mentido así

Me miró y suspiró -Esta bien, aún podemos ir a casa temprano- dijo sonriendo coquetamente.

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El resto del fin de semana estuvo tranquilo. No quería ir al trabajo por dos razones.

La primera, estabamos a mitad del verano y yo estaba trabajando en la librería del centro comercial como todos los años y mientras tanto, David trabajaba en una cafetería en el piso de abajo. Me gustaba mi trabajo pero era todo tan monótono.

La segunda, en la tienda de ropa de enfrente, trabajaba Kellin.

En todo el día procure no salir de la librería o pasar siquiera por la puerta.

Estaba acomodando en los estantes una entrega nueva de libros cuando la campanilla de la puerta sonó indicando la llegada de alguien. Baje la escalera rápidamente y corrí al mostrador.

-Buenas tardes, ¿en que pu....?-

-Hola guapo-

Pasé saliva al ver que Kellin estaba frente a mi. Trate de ignorar su leve y justificado coqueteo.

-¿En que te puedo ayudar?-dije con firmeza.

-Bueno, mi jefa quiere saber si puedes ayudarle a revisar la lámpara de uno de los probadores- contestó mordiendo una pluma que traía en las manos.

-Descuida, ve, yo terminaré con eso- contestó, detras de mi Renne, mi compañera, con una sonrisa en el rostro.

Maldita sea

Le sonreí de vuelta y camine tras Kellin hacia la tienda de ropa.

"Bien, Vic. Sólo iras a revisar una lámpara, nada más, una lámpara.  Eso es todo"

Mientras caminaba por el pasillo entre ambos locales tras Kellin, note el meneo de sus caderas. Recordé la noche que estuve con el y la manera en la que había tocado su bien formado trasero.