Kellic. One Shots

Obsesión.

Es curioso como las personas pueden ser egoistas. Y es mas curioso aun de lo que son capaces con tal de conseguir lo que quieren.

Kellin Quinn era una de esas personas

Llego a su nueva escuela, no era la primera vez que se mudaba y estaba acostumbrado a no tener amigos.

Entro al salón donde correspondía su primera clase, y se sentó en un pupitre aleatorio. El salón aún se encontraba vacío. Decidió dibujar algo mientras esperaba.

Minutos mas tarde una figura se posó frente a él.

-Ese es mi lugar, muévete-

Sin decir palabra Kellin agacho la mirada y siguió con lo suyo.

De pronto, sintió un empujón que lo hizo caer seguido de un grito

-Dejalo en paz Jeremy! Maldita sea es sólo un estúpido pupitre!-

Sintió como alguien se acercaba y lo ayudaba a pararse. Volteó y quedo completamente paralizado. Era un chico realmente atractivo: moreno, cabello castaño y a decir verdad su cara de preocupación lo hacia lucir adorable.

-Hey estas bien?-

-Si...e..estoy bien. Gracias.-Contesto el ojiverde recuperando el equilibrio

-Hay un lugar libre justo al lado mio. Puedes sentarte ahi si quieres-

Y ese fue el comienzo de algo en su principo hermoso, trágico en su final.

Ambos salían, iban al cine, compraban ropa y la madre de Kellin estaba convencida de que su hijo no tenia que pasar por mudanzas de nuevo, ya que su hijo tenia un amigo al fin.

Pero en la cabeza de Kellin, pasaban cosas que ni ella podría imaginar. Estaba obsesionado con Vic desde que lo vio.

Pasaron al rededor de 8 meses. La amistad se habia hecho mas fuerte sin embargo una fiesta cambiaría todo.

Kellin queria tener en su poder a Vic, poseerlo, hacerlo suyo.

Y la unica manera era haciendo que Vic quedara al o menos que inconsiente.

La solucion? Emborracharlo. Lo suficiente para manipularlo pero no tanto para que pudiese sentir todo.

Un amigo en comun, Justin, habia hercho una fiesta para celebrar sus 21 años. Una gran fiesta en su casa, mucho alcohol, mujeres y uno que otro estupefaciente. Sería sin duda una de las mejores fiestas del año, tomando en cuenta que Justin era muy popular y adinerado. Si, bastante adinerado.

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KELLIN

Llegamos a la fiesta y no tarde en ofrecerle alcohol a Vic, obviamente, necesitaba tenerlo bastante ebrio para llevar a cabo mi plan. La situación era perfecta, mi madre había salido a un viaje de un mes, llevaba unos 3 días sólo perfecto para planear todo. La fiesta, el alcohol. Todo estaba a mi favor

Deje que Vic se divirtiera un poco, no queria que estuviera conmigo sin precalentar. Así que lo vi por ahí bailando con algunas chicas. Lo cual me lleno de celos bastantes, pero al final seria mio, solo mio.

Dieron aproximadamente las 2 de la mañana y Vic estaba en un punto perfecto. Yo mismo me habia encargado de darle sus tragos para que poco a poco pudiese quedar lo suficientemente manipulable

Le dije a Justin que era hora de irme, y obviamente yo no estaba ebrio, tenia que conducir. Subi a Vic a mi auto, y conduje hasta mi casa. Estacioné, bajé para abrir la puerta de la entrada y regresé al auto por Vic. Lo cargué y a pesar de no ser muy alto y ser delgado, pesaba un poco. Cerré la puerta del auto con mi pie y entre a la casa cerrando la puerta de igual forma.