The shadow of the past

Deseos

Estaba en casa, cocinando mientras preparaba algunos panqueques, solo cubierto por una camisa que apenas ocultaba su desnudez. Sus bonitas piernas estaban a la vista cuando de repente sintió una mano en una de ellas y besos en su cuello.

Dejándose llevar por el aroma familiar, dejó caer su camisa al suelo mientras aquel hombre besaba apasionadamente su cuello y espalda. Luego lo levantó y lo sentó en la encimera, continuando con besos apasionados. Sintió la erección del hombre presionándose contra él y Jimin comenzó a gemir fuerte, disfrutando del encuentro mientras aquel hombre lo tomaba con firmeza. Jimin se dejaba llevar, cerca del orgasmo con cada penetración profunda, sintiendo besos en su cuello. De repente, aquel hombre se acercó a su oído y pronunció: "Sabía que me deseabas tanto como yo a ti", dijo Jungkook, antes de besarlo nuevamente y llevar a Jimin al orgasmo con un grito fuerte.

Jimin se despertó de repente, sobresaltado y agitado, con una mano sobre el corazón. Su cuerpo hormigueaba aún por la intensa sensación del orgasmo que había experimentado en su sueño.

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El despacho de la psicóloga estaba envuelto en una luz tenue y cálida. Jimin se removió inquieto en el sillón de cuero, sus dedos jugueteando nerviosamente con el borde de su camisa. La Dra. Elena , una mujer de mediana edad con ojos amables y gafas de montura fina, lo observaba con atención.

"Entonces, Jimin", comenzó ella con voz suave, "ha decidido venir a verme después de tanto tiempo".

Jimin respiró profundamente antes de responder. "Creo... creo que tengo el síndrome de Estocolmo", soltó finalmente, su voz apenas un susurro.

La Dra.  inclinó ligeramente la cabeza, su expresión serena e interesada. "¿Por qué lo crees?", preguntó.

"Porque si no fuera eso, esto que me pasa es totalmente una aberración", respondió Jimin, su voz quebrándose levemente.

"¿Quieres contarme acerca de eso?", animó la psicóloga, su tono cálido y libre de juicio.

Jimin cerró los ojos por un momento, reuniéndose con valor. "Me siento atraído hacia Jungkook", confesó finalmente.

"¿Jungkook te atrae como hombre? ¿Desde cuándo empezó esto?", preguntó con su voz  profesional pero comprensiva.

"Él... él me gustaba antes de que iniciara el bullying", respondió Jimin, con la mirada perdida en los recuerdos. "De hecho", suspiró profundamente, "por  él supe que me gustaban los hombres".

Mientras Jimin hablaba, los recuerdos de su primer encuentro con Jungkook inundaron su mente.

Flashback

El bullicio del colegio era ensordecedor, y Jimin, con sus escasos 12 años, se sentía pequeño y perdido entre la multitud de estudiantes. Sin darse cuenta, la marea de gente lo arrastró hacia el gimnasio, donde se estaba llevando a cabo un emocionante partido de baloncesto. El ambiente era eléctrico. Los grados estaban llenos de estudiantes gritando y animando. Jimin se encontró de pie en un rincón, observando con curiosidad.

De repente, su mirada se clavó en uno de los jugadores: un chico alto, de cabello negro y complexión atlética.

Parecía tener unos 14 años y se movía por la cancha con una gracia y agilidad que dejó a Jimin sin aliento. Como si sintiera la intensidad de su mirada, el chico se detuvo por un momento y giró la cabeza. Sus ojos se encontraron con los de Jimin, y en ese instante, el mundo pareció detenerse. Jimin sintió que algo dentro de él cambiaba, su corazón latía con fuerza y ​​un calor inexplicable invadía su cuerpo. Asustado por la intensidad de estas nuevas sensaciones, Jimin salió corriendo del gimnasio, consciente de que la mirada del misterioso jugador lo seguía mientras se alejaba.