Recuperación Anormal

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Parte 1

Llegué al refugio de Annie casi al borde del colapso, cada paso que daba parecía un tormento. Las heridas de mi enfrentamiento con Malphas ardían, y mis músculos gritaban por descanso. Annie, al verme en tal estado, dejó escapar un grito ahogado de preocupación.

—Charly, ¿qué te ha pasado? —preguntó, mientras me ayudaba a sentarme en una silla cercana.

—Tuve... un encuentro con uno de los secuaces de yMa —dije, mi voz apenas un susurro. No tenía fuerzas para entrar en detalles.

Annie se movió rápidamente, trayendo un botiquín de primeros auxilios. Comenzó a limpiar mis heridas con esmero, pero su expresión se tornó de desconcierto.

—Estas heridas... no son normales —murmuró, inspeccionando una cortada en mi brazo que, aunque profunda, parecía ya comenzar a cicatrizar de manera extraña.

—Son los secretos de mi cuerpo —respondí, dejando que la fatiga cubriera mis palabras—. Mi energía y mi entrenamiento trabajan juntos para sanar.

Annie me miró, su rostro una mezcla de preocupación y curiosidad.

—Charly, ¿cómo es posible? —preguntó, pero no tenía la energía para responder en ese momento.

Me dejé caer en el sillón, sintiendo cómo el peso de mis heridas y del combate reciente comenzaban a hacer mella en mi conciencia. Annie continuó limpiando las heridas, trabajando en silencio mientras yo intentaba organizar mis pensamientos.

—Necesito saber qué pasó realmente, Charly. —La voz de Annie era un susurro cargado de preocupación.

—Fue... complicado —dije, cerrando los ojos por un momento, tratando de recordar cada detalle—. Malphas era más fuerte de lo que esperaba. Tenía habilidades que... no había visto antes. Pero logré mantenerme en pie, gracias a lo que he aprendido sobre mi cuerpo y mi energía.

Annie terminó de limpiar mis heridas y se apartó, mirándome con ojos inquisitivos. Sabía que estaba esperando más detalles, pero mi mente y mi cuerpo estaban demasiado agotados para entrar en detalles. Sin embargo, sentí la necesidad de explicar al menos una parte de lo que había pasado.

—Annie, mis habilidades no son solo el resultado de entrenamiento físico. —Tomé una respiración profunda, preparándome para explicar—. Hay algo más, algo que he desarrollado con el tiempo. Mi cuerpo ha aprendido a sanar de manera diferente, utilizando la energía que lo rodea y la que está dentro de mí.

—¿Cómo es posible? —preguntó, sin apartar la vista de mis ojos.

—Es complicado de explicar. —Hice una pausa, tratando de encontrar las palabras adecuadas—. Es como si mi cuerpo y mi mente hubieran alcanzado un nivel de sinergia que permite que las heridas sanen más rápido, que el dolor sea menos intenso. Pero no es algo que haya sucedido de la noche a la mañana. Ha requerido años de entrenamiento y comprensión.

Annie asintió, aunque no parecía del todo convencida. No la culpaba. Lo que estaba diciendo sonaba casi imposible, incluso para mí, a veces.

—Te prometo que te explicaré más, pero ahora necesito descansar. —Le di una débil sonrisa, agradecido por su ayuda.

Annie asintió de nuevo y me ayudó a recostarme. Mientras cerraba los ojos, dejé que mi mente se deslizara hacia el sueño, sabiendo que tendría que explicar todo en detalle más adelante.

Parte 2

Agregaré un ensayo para explicar el por qué(más o menos) sobre la capacidad física y espiritual que se requiere en el contexto de recuperar tu salud....

Cómo Vencer A yMa:  El Último Cazador Donde viven las historias. Descúbrelo ahora