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~ Narrador Omnisciente ~

Leticia estaba aterrada. Su corazón latía apresuradamente. Pero muy en el fondo hay una chispa de algo que no quiere admitir... Una atracción oscura qué le hace cuestionar lo que tanto niega.

Mientras conduce a la reserva de aves, la noche se cierra a su alrededor. Los faroles se van prendiendo uno en uno a medida que avanza para poder guiar su camino. Pasa por camping de familias que disfrutan de un buen asado o niños jugando y riendo. Leticia mientras fija sus manos en el volante del auto y su mirada se mantiene en el sendero no puede evitar replantearse una y otra vez que hacer, ¿denunciarlo? O ¿admitir que le gusta?

Después de todo, así dicen que es el amor verdadero: oscuro, complicado y lleno de peligro. Pero una vez que aceptará este sentimiento sería un abismo sin salida.

Se detuvo antes de ver la reserva y estacionó el auto. Guardo las llaves y trato de marcarle a los chicos con sus manos temblorosas. Siguió el sendero y se detuvo cuando el número de Daphne se marcaba en la pantalla

-- ¿Hola?

-- ¡Leti! ¿Cómo estas? Todo bien en el camping

-- N-no lo sé, necesito tu ayuda

Trataba de escucharla pero la señal era nula, la llamada se cortó y no hubo respuesta de Daphne.

Unos pasos pesados se escucharon a su alrededor. Levantó su mirada y trato de buscar entre las sombras. Guardó su celular en el bolsillo de su poleron y siguió caminando, los pasos aumentaron y ella aumentó el ritmo hasta que empezó a correr.

-- ¡Marina!

Se detuvo de golpe cuando la silueta de un hombre se paró frente a ella. Un hombre alto y cubierto de negro, pero con la cara al descubierto. Levantó su mirada y se fijó en Leticia

-- ¿Quién eres?... --miró con detenimiento su cara y notó la misma cicatriz del sujeto que había visto en otras circunstancias.

Sin duda este hombre estaba con Nathaniel. Tenía que salir de ahí, ir con los chicos o volver a una zona donde hubieras personas para poder sentirse segura. Retrocedió solo unos pasos y salió disparada hacia donde dejó el auto pero fué en vano, el hombre ya estaba a su espalda y con una mano impidiendo qué la puerta se abra

-- Debes venir conmigo

--... N-no quiero

-- Él quiere hablar contigo

Su cuerpo se inmovilizo, quedo paralizada ante dicha frase. ¿Él estaba aquí? ¿La siguió? Después de lo que hizo con esas fotos, el que la haya seguido no era menos

-- Escucha --su voz era ronca y grave, se escuchaba como raspaba en su garganta-- No quiero que grites o me veré obligado a dormirte. Mi jefe está aquí y me pidió que te llevara..

-- Tu jefe es un loco, aléjate o gritare

La tomó del brazo y empezaron a alejarse del auto, siguieron el sendero de tierra hasta que el bosque se volvió más frondoso. Los faroles ya no iluminaban el paso y el sujeto al parecer seguía de memoria un camino inventado

-- ¿Dónde estamos? Mis amigos se van a...

-- Solo sigue en silencio.

Caminaron hasta que llegaron a un espacio donde los arbustos se hacían más espesos y los árboles más dispersados

-- ¿Dónde vamos?... ¿Nathaniel...

-- ¡Ush, ya!

Leticia cerró su boca y solo siguió el camino. Estaba asustada pero aún así no se alejaba del sujeto porque la curiosidad era más grande y quería saber si a donde su destino terminaba estaba él

𝐴𝑏𝑖𝑠𝑚𝑜 𖦹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora