22

28 4 4
                                    

Leticia

-- Yo quería hamburguesas como siempre --el pequeño se queja en mis brazos

Cuando llegamos al restaurante me pidió que lo tomara para entrar.

-- Hoy es un día especial, tenemos una invitada

-- Leticia, ¿te gustan las hamburguesas? Si dices que sí deseguro mi tío y cambia de opinión

-- A mi me da igual pequeño, pero podemos preguntar si aquí tienen -- le sonrió

Entramos y nos llevan a la mesa qué Nathaniel reservó. Rápidamente nos traen los menús y nos dan nuestro tiempo para decidir

-- Comerás un plato preparado, Fabián. En la hora de almuerzo comiste hamburguesas, gloton

-- Hmm --le saca la lengua y con sus manitas toma el menú

Fabián pide un filete y papas, Nathaniel se lo pidió con verduras y para mi sorpresa no se quejó como niños de su edad. Yo me pido lo mismo pero sin papás, filete y verduras con salsa. Nathaniel pide una pasta y para beber solo jugo, no quiero beber enfrente del niño. Con solo unas gotas de alcohol me pierdo

-- Cuéntame Fabián, ¿Tienes siete?

-- Tengo cinco --sonríe y veo algunos espacios sin dientes

-- ¿Vas a la escuela?

Un toque en mi mano me hace desviar la mirada hacia Nathaniel y me da una mirada qué me cuesta entender

-- Sí, vivo en una casa especial --se acerca más a mí-- Vivo con otros niños

Miró a Nathaniel y el me da una sonrisa pequeña. Al rato nos traen la comida y Fabián se acomoda cerca de Nathaniel para ayudarlo a comer

La imagen que tengo frente mío es algo que no quiero olvidar. Les saco una foto rápida pero el flash estaba puesto y ambos me miraron al mismo tiempo

Dios. Son iguales

-- Lo siento

-- ¿Capturaste mi lado bueno? No quiero que se me vean los espacios de los dientes

Solo lo miramos y reímos. Es como si fuéramos una familia. Estoy cómoda con ambos y me siento feliz pero muy en el fondo hay una molestia persistente. Lo que pasó hace rato con Austin se repite sin cesar en mi cabeza, una y otra, y otra vez

Me molesta aún más que Fabián viera todo eso. Que viera a Nathaniel en ese estado. Pero ahora esta de lo más bien, sonríe y ríe, lo cual me tranquiliza

Cuando ya casi todos terminamos la comida decidimos ir a un parque cercano. Fabián se emociona con los juegos y se va corriendo y rápidamente hace amigos con otros niños

-- Lo siento por que no es una cita de solo nosotros, ese día que me llamaste me rogó para que le hablara de tí y quería conocerte

-- Está bien --miró a Nathaniel y sonrió-- Es muy amigable...

Nos quedamos en silencio mirando a Fabián hasta que Nathaniel suelta un suspiro

-- Dímelo ya. Hasta aquí puedo oír el eco de tus pensamientos.

Atrapada

-- No puedo parar de pensar en lo que pasó con Austin... Con Fabián ahí, mis vecinos tuvieron que intervenir y yo... No pude hacer nada

Nathaniel mantuvo su mirada fija en mí, sus ojos oscuros reflejando una mezcla de preocupación y determinación. Lentamente, se acercó un poco más, reduciendo la distancia entre nosotros

𝐴𝑏𝑖𝑠𝑚𝑜 𖦹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora