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A Audrey no le hacía gracia tener a Alia y a Juliette ahí, mucho menos viendo lo amigas que ambas se habían vuelto de la noche a la mañana, en cambio, las mencionadas estaban muy felices de estará presentes, no era su lugar, nimdo deberían estar, pero sin embargo así era.
────. Por esto amo ser de la realeza ──── susurró Juliette al oído de su amiga ────. Siempre estamos metidos en algo interesante.
────. Bueno saber que lo ves así y no como apoyar a tu amigo ──── dijo Ben divertido.
────. Cuando quieras.
────. A propósito ──── habló Alia ──── ¿de quiénes son hijos los cuatro chicos?
────. ¿No lo sabes? ──── Alia negó a la pregunta de Juliette, lo que hizo que la platinada mirara mal a Ben de inmediato.
────. Sobre eso...
Antes de que el próximo rey pudiera decir algo, la banda empezó a sonar y todos a animar, pues la limusina había entrado ya a la preparatoria y se estaba deteniendo frente al jardín, donde la banda fue lo primero que vieron, puesto que los cuatro jóvenes y el Hada Madrina estaban detrás de ellos.
El chófer se bajó a abrir la puerta y, al hacerlo, lo primero que salió de ella fueron dos chicos, uno peliblanco y el otro morocho, que se estaban peleando por una tela azul. Además, el mayor llevaba consigo varias cosas más. Detrás de ellos, había dos chicas, una pelimorada, con ropa de ese color y la otra peliazul.
El Hada Madrina se abrió pasó por entre la banda que se detuvo, detrás de ella iban Ben y Audrey al final las dos chismosas. Es decir, la consejera y la que se propuso.
────. Solo... limpiábamos ──── bromeó el mayor, que llevaba los brazos descubiertos y un gorro rojo sucio ────. Levántate.
Las pobres dos chicas parecían muertas de la vergüenza cuando los chicos se acomodaron entre ellas.
────. Déjenlo como estaba ──── canturreó el Hada Madrina, al tiempo que Ben y Juliette se acomodaban a su izquierda y Audrey y Alia a su derecha ────. Me refiero a que lo dejen, de verdad.
El mayor, de gorro rojo, lanzó todo lo que cargaba de regreso a la limusina, al igual que la tela azul por la que se estaba peleando con el chico pequeño.
────. Hola, bonita ──── mismo chico, se acercó directamente a Alia con una sonrisa coqueta ────. Mi nombre es Jay.
Alia levantó una ceja en su dirección, de brazos cruzados, Audrey soltó una risa burlona a su lado.
────. Alia ──── se presentó secamente.
────. Bienvenidos a la preparatoria ──── el Hada Madrina se interpuso entre ambos jóvenes, logrando que dejaran de mirarse. Alia era mucho, mucho, más baja que él. Jay, al parecer, tuvo que retroceder hasta estar de vuelta con sus amigos ────. Soy el Hada Madrina, la directora.
