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Alia le sonrió a sus amigos, que estaban dispersos alrededor del Jardín Secreto, admirando el lugar de la misma forma que ella y Jay lo hicieron cuando lo descubrieron.
────. Podrían hacer tantas cosas aquí ──── comentó Juliette con voz soñadora. Acababan de salir del lago encantado y, como aún no tenían ganas de regresar a sus habitaciones, Jay y Alia decidieron llevarlos con ellos al Jardín Secreto.
────. No queremos cambiar nada ──── aclaró Jay, demostrando que ya habían tenido una conversación sobre eso ────. Nos gusta así.
────. Sí, fue un regalo de Bella. Aún no hemos tenido la oportunidad de agradecerle ──── agregó Alia hacia Ben, que le sonrió.
────. Siempre supe que serías tú.
────. ¿Yo?
────. Sí, yo te imaginaba en el Jardín Secreto, cuidando las flores y a los animales de aquí, no sabía quién sería el afortunado pero...
Alia le hizo una seña para que se callara, pero había sido demasiado tarde, todos lo habían escuchado con perfecta claridad.
────. ¿El afortunado? ──── preguntó Larissa, terminando de servir el té junto a James ────. Hablas como si se hubiesen casado.
────. Ajá, empieza a hablar, rey ──── insistió Lonnie, aceptando la taza que Lukas le dio ────. Gracias.
────. Oh ──── Ben miró a ambos a modo de disculpa ────. Ellos no lo saben.
────. No ──── suspiró Alia ────. No lo saben.
────. Ahora lo sabremos ──── Lukas sonrió con interés.
────. ¿Saber qué? ──── preguntó Carlos, sentándose en el piso junto a Juliette e Evie.
Todos estaban regados alrededor del Jardín Secreto, lo único que Jay y Alia habían permitido agregar eran bancas de madera para que sus amigos pudieran sentarse alrededor, aunque las tres que llevaron no fueron suficientes. James y Larissa se habían sentado frente a la mesa del té, Lukas estaba sentado en una jardinera, Jay en un banco junto a Ben. Lonnie estaba sentada cómodamente con sus pies sobre el banco para ella sola y Doug había acaparado el último acostándose en él, alegando que siempre que salía del agua le daba sueño.
────. El Hada Madrina hechizó el Jardín ──── explicó Alia lentamente, esperando que eso fuera suficiente pero algunos de sus amigos se quedaron con dudas ────. La pareja que lo encontrara ya estaba predestinada según leí en un poema de la biblioteca. Para que Jay y yo encontráramos este Jardín Secreto teníamos que...
────. Sentir cariño hacia el otro ──── terminó Mal, empezando a sonreír en grande con emoción ────. Oh, leí un hechizo parecido en mi libro, pero eran dos collares que solo funcionan cuando la pareja que los usa se ama en realidad.
