𝙲𝚊𝚙𝚒́𝚝𝚞𝚕𝚘 𝚘𝚗𝚌𝚎

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—Se me acaba de caer tu helado, ¿verdad? —preguntó Hyunjin con una expresión de culpa en su rostro. Intentó mirar a Jeongin a los ojos, pero este seguía girando la cara, evitando su mirada como si no quisiera verlo ni un segundo—. Lo siento, volveré y te compraré otro.

—¡No actúes así ahora! —respondió Jeongin, su primera frase desde el incidente, cargada de una amarga irritación.

—Jeongin...

—¡Ya no estoy enfadado! ¡Déjame! —dijo Jeongin con molestia, intentando sacudir la mano de Hyunjin que lo sujetaba.

Pero el alto lo forzó, negándose a dejarlo libre, porque sabía que Jeongin se alejaría de él de nuevo.

—Espera un momento, Jeongin. ¿Qué te pasa? —Hyunjin intentó que Jeongin lo mirara, pero el piloto evitaba su mirada obstinadamente.

—No lo sé. Ve a preguntarle a ese omega de antes —replicó Jeongin con amargura.

—¿Por qué iba a preguntarle? —Hyunjin frunció el ceño, sin entender del todo a qué se refería Jeongin. Sin embargo, al ver claramente la expresión del alfa, Hyunjin comenzó a intuir parte de la historia—. ¿No te gustó que le hablara?

—¿Por qué no me iba a gustar? Si quieres hablar, habla. No me importan tus asuntos.

Está realmente enfadado por esto, pensó Hyunjin.

—Jeongin, —dijo Hyunjin suavemente, intentando coger la mano de Jeongin. Pero este último no dejaba de sacudirse, y Hyunjin solo pudo sujetarle la muñeca para evitar que se escapara nuevamente. —¿Y si se cae? Solo le estaba ayudando a evitar una lesión. Es un omega y sabes que son muy frágiles, especialmente un dominante como él. ¿Me estás diciendo que lo deje caer?

—Si lo atrapas o no, es asunto tuyo. Yo no he dicho nada, —respondió Jeongin, aparentando indiferencia. Sin embargo, su expresión facial decía lo contrario. ¿Cómo no iba a notar Hyunjin que estaba tan enfadado?

—Esto no es lo que veo ahora —replicó Hyunjin, frunciendo el ceño.

—Bueno, realmente no dije nada. Puedes hacer lo que quieras. No sé qué pasa —dijo Jeongin, tratando de mantener la calma, aunque su voz temblaba ligeramente.

—¿Entonces por qué estás así? ¿Por qué no me dejas preguntar? —insistió

—¡Como friegas! ¡Eres molesto! —exclamó Jeongin, su frustración finalmente saliendo a la superficie.

—Jeongin, escucha primero.

—¡No quiero escuchar! —Jeongin trató de girar su muñeca para liberarse del agarre de Hyunjin. Pero la fuerza de Hyunjin, mayor y más firme, hizo que su esfuerzo fuera en vano—. ¡Déjame ir!

—No te dejaré ir.

—¡Suéltame! ¡No me hagas oler el aroma de tu omega! —gritó Jeongin, luchando con más desesperación.

El aroma fértil y sumiso que emanaba de Hyunjin lo perturbaba profundamente, aunque no entendía completamente por qué. Era como si esa fragancia lo invadiera, alterando sus sentidos y despertando una ira irracional.

Hyunjin se sorprendió un poco al escuchar eso. Aunque a veces era despistado y no podía seguir el ritmo de las conversaciones, la frase de Jeongin fue lo suficientemente clara como para que entendiera que el enojo no provenía de que hubiera ayudado al omega, sino de que lo hubiera consolado por tanto tiempo, o más bien, de que se hubiera dejado impregnar.

Pero, ¿demasiado tiempo?

—Jeongin, sólo lo acaricie un momento. ¿Cómo me impregno su olor? —El rubio intentaba mantener la calma, pero Jeongin no parecía dispuesto a escuchar en absoluto. Estaba tan enfadado que no quería hablar con él. Mas, Hyunjin no quería que Jeongin se quedara con ese enojo. Sabía que Jeongin no era alguien que se tomara tiempo para calmarse por sí mismo. Al contrario, se enfadaría aún más si se le dejaba solo con sus pensamientos. Por lo tanto, tenía que actuar con rapidez.

Quimera | Omegaverse [Hyunin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora