"Un hada que no devuelve un favor ya no es un hada".
Habló un anciano que adoraba intensamente a la bella Reina Titania.Por consiguiente, el rey Hada Oberon y los otros ancianos de la corte, parecieron enojados con eso pero, no era como si pudieran refutarlo tan fácilmente al tratarse de gente tan poderosa como ellos. Y ciertamente, era un dicho muy popular, conocido por todos. "Un hada que no devuelve un favor ya no es un hada."
El anciano que habló, miró a la reina Titania con una expresión que gritaba que estaba pidiendo un elogio. Titania le sonrió alegremente, el hombre se sonrojó y torció su cuerpo en una reverencia ante esa hermosa sonrisa casi como si estuviera diciendo "Me encanta que sea tan adorable." Y ella le estuviera respondiendo "Lo sé."
"Ah, que tontería."
La reunión de hadas, que se había celebrado por primera vez en mucho tiempo, duró más de tres días y tres noches, sin que se lograra vislumbrar un final favorable para ninguno de los dos. De hecho, no era un tema que pareciera durar tanto ya que la mayoría de los ancianos estaban en contra del matrimonio entre un humano y un príncipe hada pero, como era de esperar, el único problema era que la reina Titania estaba a favor de cumplir cualquier capricho que quisiera su hijo.
Titania había adoptado una postura firme. Era encantadora, bonita, amigable y tan bondadosa, que no fue extraño que algunos ancianos también se pusieran de su parte.
El argumento de cada persona fue el siguiente:"No puede casarse un humano con un hada. No es natural".
"Salvó al príncipe, así que debería poder casarse".
Y el tenso enfrentamiento, en el que ninguna de las dos partes pareció ceder, se centró finalmente en una cuestión muy importante "¿Realmente tenía que devolver el favor casándose?" Las hadas daban mucha importancia a esa cuestión de "dar y recibir algo equitativo" por lo que, la lógica era que si te salvaban la vida, debías pagar dándola. Sin embargo ¡Era imposible pensar en arriesgar la vida del maravilloso príncipe Abel! Es decir, se podía reemplazar con otra cosa ¿No era verdad? Porque ¿Los humanos no eran originalmente una especie famosa por ser codiciosa? Podrían compensarlo regalando oro y joyas, pero…
"¡Definitivamente me casaré con el guerrero!"
¡El problema era la persona que afirmaba con todo su corazón y alma que se casaría con él!El príncipe Abel, que llegó corriendo tan pronto como se enteró de la reunión de las hadas, insistía firmemente en que se casaría con ese humano pasara lo que pasara y dijeran lo que dijeran. Los mayores intentaron engatusarlo y persuadirlo con todo tipo de palabras amables y también un tanto groseras, pero, en realidad, era bastante inútil considerando su edad y lo obstinado que eso lo volvía. Hasta que un anciano, que había estado escuchando en silencio la historia de Abel, justamente en un rincón de la casa, se puso de pie, y dejó que los ojos de los ancianos, del rey y de la reina, que asistieron a la reunión, se concentraran únicamente en la expresión de sus manos y también de su cara.
El hada, dueño de una barba inusualmente larga, se aclaró la garganta y abrió lentamente la boca:
"Déjame contarte una vieja historia, niño."
Pero aún así, de todas maneras ningún hada pareció especialmente entusiasmada de lo que fuera que estuviera a punto de decirles. Después de todo, las hadas nunca contaban historias interesantes o increíbles así que ¿Por qué sería diferente hoy? Pero trás confirmar que todos estaban escuchando, el anciano agradeció con una pequeña reverencia y finalmente se aclaró la garganta:Al parecer, al hada Barbalarga le encantaba hacer pan.
El pan blanco y esponjoso que preparaba, era tan delicioso y perfumado, que se difundieron rumores entre las hadas para comprar en su panadería por lo que, en poco tiempo, cambió de hacerlo los fines de semana a todos los días. Por supuesto, todos los días tenía gente.
Entonces, llegó un mal dia para el hada ¡Barbalarga se dio cuenta de que se había quedado sin harina para hacer pan! Para elaborar el pan blanco del que podía presumir, era imprescindible tener harina de una gran calidad, sabor y olor tenue. Si no encontraba rápidamente harina de esa, entonces no podría hacer pan por bastante tiempo así que, como era de esperar, fue por ella al mundo de los humanos. Sin embargo, no fue fácil obtener harina de calidad por lo que Barbalarga estaba deprimido y bebía mucho hidromiel para poder conciliar el sueño.
ESTÁS LEYENDO
La boda de las hadas
FanfictionEl joven conde, Louis Chandler, honesto, falto de flexibilidad y extremadamente aburrido emocionalmente, se ve atrapado en una lucha de poder entre su territorio, y el conflictivo país enemigo que se encuentra en el Sur. Al final, incluso el emperad...