PARTE 1:"El Ninja de la Tormenta"

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Después de perder la apuesta con Doru, Naruto emprendió su viaje hacia el País del Agua.

Naruto navegaba solo en su pequeña embarcación, un bote que había encontrado y reacondicionado para sus viajes solitarios por los mares. El sol comenzaba a ponerse en el horizonte, pintando el cielo de tonos anaranjados y dorados mientras una brisa suave jugueteaba con su cabello rubio. En ese momento, un pergamino sellado llegó a él mediante un ave, una comunicación inesperada de Sunagakure.

El mensaje ofrecía a Naruto una segunda oportunidad, invitándolo a unirse a su aldea. Le recordaban su pasado en Konoha y expresaban confianza en que podía encontrar un nuevo camino en el desierto.

-"Saludos cordiales 'Ninja de la Tormenta', deseamos que se encuentre bien. Sunagakure conoce varias cosas acerca de usted y queremos que usted considere está carta como una invitación a ser un aliado de nuestra aldea. Sabemos su situación actual en el libro bingo, pero no tiene que preocuparse por eso, nosotros le estamos brindando una oportunidad a usted por qué confíamos en sus valerosas acciones que ha hecho en diversas aldeas. Sin más por el momento, esperaremos su respuesta", leyó Naruto un poco sorprendido por el apodo que le pusieron.

-"Vaya, con que ahora ese es mi apodo, y Doru nunca me dijo, bueno, eso no es problema, pero la verdad no estoy seguro de la decisión que puedo tomar, quizás después lo podré reflexionar estando un poco más calmado", dijo Naruto con algo de confusión y nerviosismo.

Sin embargo, al guardar el Pergamino, notó que su bote comenzó a perder velocidad, como si estuviera llegando a tierra.

Descendiendo, miró a su alrededor y se dio cuenta de que había llegado a un lugar que no reconocía de inmediato: las ruinas de Uzushiogakure. Aunque ya no pertenecía al clan Uzumaki, la mera presencia en ese lugar evocaba recuerdos y sentimientos contradictorios.

-"¿Qué es este lugar?, parece que fue una aldea donde predominaba el Clan Uzumaki, pero está destruida totalmente...", dijo Naruto un poco intrigado.

Naruto decidió explorar las ruinas. Pasó entre los restos de edificios antiguos, sintiendo la historia grabada en cada pared derruida y en cada piedra caída. Fue entonces cuando descubrió un templo escondido, apenas visible entre la maleza que lo cubría parcialmente.

Dentro del templo, la penumbra lo envolvió mientras avanzaba con cautela. Entre los escombros yacen varios shinobis, vestidos con uniformes que no reconocía y con expresiones de quietud eterna. En el centro de la cámara principal, reposaba sobre un pedestal de piedra un collar adornado con dos joyas blancas, brillando débilmente a la luz que se filtraba por las grietas del techo.

-"Siento una vibra extraña, parece que esos ninjas no tienen vida pero tampoco se ven con alguna herida", dijo Naruto con voz temblorosa. Sin embargo, su curiosidad lo llevó a acercarse al collar. Lo examinó detenidamente, sintiendo una extraña atracción hacia él. Sin saber por qué, se lo colocó alrededor del cuello. Al instante, una sensación de energía sutil recorrió su cuerpo, como si el collar estuviera resonando con algo más profundo dentro de él.

Sin entender completamente lo que había encontrado, Naruto decidió quedarse un poco más en las ruinas, explorando más a fondo en busca de respuestas.

Mientras tanto, en otro lugar, en la academia ninja de Konoha...

Natsumi estaba desesperada por qué el que sería su nuevo sensei no llegaba, mientras que sus compañeros, Satsuki y Sasuke, estaban empezando a perder la paciencia.

Flashback:

-"Buen día chicos, el día de hoy voy a nombrar sus equipos, así que por favor guarden silencio", dijo Iruka viendo con orgullo a sus alumnos que ahora serían ninjas de la aldea.

"Soy El Eclipse Traicionado..." - El Linaje Continúa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora