Un pequeño accidente y ¿celos?

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El sol brillaba alto en el cielo cuando los estudiantes del Instituto Central salieron al patio durante el receso. Aquino se encontraba en una de las mesas, revisando sus apuntes mientras Duxo y Soaring charlaban animadamente a su lado. La tensión entre Aquino y Rakkun había disminuido notablemente, aunque aún quedaban algunos obstáculos por superar.

Locochon, quien había estado ausente de la conversación hasta entonces, decidió que era un buen momento para hablar con Rakkun sobre un proyecto de biología que tenían en común. Caminó hacia la mesa donde Rakkun, Nenevt y Lin estaban sentadas, con la intención de aclarar algunas dudas.

Lch: Hola, Rakkun

Saludó Locochon, con su voz grave pero amable.

Lch: ¿Tienes un minuto para hablar sobre el proyecto de biología?

Rak: Claro, Locochon

Respondió Rakkun, sonriendo.

Rak: ¿Qué necesitas saber?

Mientras Locochon se acercaba, no se percató de que uno de los libros de Rakkun estaba a medio camino en el borde de la mesa. Justo cuando comenzó a hablar, su pie tropezó con el libro y, en un intento por recuperar el equilibrio, terminó cayendo hacia adelante. En un abrir y cerrar de ojos, Locochon y Rakkun se encontraron en una posición comprometedora.

Locochon estaba sobre Rakkun, quien había caído hacia atrás en su asiento.

Nenevt y Lin se quedaron boquiabiertas, sin saber qué hacer. La situación parecía sacada de una comedia romántica, pero para Aquino, que había presenciado la escena desde su mesa, no había nada de divertido en ella. Su rostro se endureció y sus puños se cerraron con fuerza mientras se levantaba de su asiento.

Aq: ¡Locochon!

Gritó Aquino, atravesando el patio con pasos decididos.

Aq: ¿Qué demonios crees que estás haciendo?

Locochon, que aún estaba tratando de ponerse de pie, levantó la vista con sorpresa y confusión.

Lch: ¡Fue un accidente, Aquino!

Exclamó, tratando de explicar la situación.

Lch: Tropecé con un libro.

Aq: Claro, un "accidente"

Respondió Aquino, su tono lleno de sarcasmo y rabia contenida.

Aq: Siempre tienes una excusa para todo.

Rakkun, que finalmente había logrado incorporarse, intentó mediar en la situación.

Rak: Aquino, por favor, cálmate. Locochon no hizo nada malo. Realmente fue un accidente.

Pero Aquino no estaba dispuesto a escuchar. Su mente estaba nublada por los celos y la ira. Sin decir una palabra más, se dio la vuelta y se alejó del grupo, dejando a Rakkun y Locochon con una sensación de incomodidad y culpa.

Duxo y Soaring, que habían observado todo desde la distancia, se acercaron para tratar de calmar a Aquino.

Dux: Vamos, Aquino

Dijo Duxo, poniendo una mano en su hombro.

Dux: Sabes que Locochon nunca haría algo así a propósito.

Aq: Lo sé, pero no puedo evitar sentirme así

Respondió Aquino, dejándose caer en un banco cercano.

Aq: Es ridículo, lo sé, pero...

Soa: Esos son los celos hablando, amigo

Dijo Soaring, con una inusual seriedad.

conflictos escolares: Los Problemas De Aquino god Donde viven las historias. Descúbrelo ahora