El sol del mediodía caía implacable sobre el Instituto Central mientras los estudiantes se dirigían a sus respectivas clases. Aquino estaba de camino a la biblioteca, disfrutando del corto respiro entre sus apretadas agendas escolares. Estaba sumido en sus pensamientos cuando una figura familiar apareció frente a él, bloqueando su camino.
Aq: ¡Nimu! ¿Qué haces aquí?
Preguntó Aquino, sorprendido y con una pizca de molestia en su voz.
Nimu, con una sonrisa que Aquino sabía que era falsa, se acercó demasiado para su comodidad.
Ni: Oh, solo estaba pensando en nuestro pasado, Aquino. Me preguntaba si podríamos hablar... en privado
Dijo, su voz goteando dulzura artificial.
Aquino retrocedió un paso, claramente incómodo.
Aq: No tengo nada de qué hablar contigo, Nimu. Por favor, déjame pasar.
Pero Nimu no iba a rendirse tan fácilmente. Sin previo aviso, se abalanzó sobre él, agarrándolo por los hombros y empujándolo contra la pared más cercana. Aquino intentó zafarse, pero Nimu tenía una fuerza sorprendente.
Aq:¿Qué estás haciendo?
Exclamó Aquino, su voz llena de alarma.
Nimu le dedicó una sonrisa perversa, sus ojos brillando con una mezcla de lujuria y malicia.
Ni: Solo quiero recordarte lo que solíamos tener, Aquino. Sé que aún piensas en mí
Dijo mientras sus manos se movían hacia abajo, hacia su miembro.
Aquino se puso rígido de horror y repulsión. Justo en ese momento, el sonido de pasos rápidos se acercó. Rakkun, Meica, Mictia y Lin aparecieron en la escena, sus caras pasando del asombro a la furia en cuestión de segundos.
Rak: ¡Nimu, suelta a Aquino ahora mismo!
Gritó Rakkun, su voz temblando de ira.
Nimu se giró lentamente, su expresión cambiando de sorpresa a desdén.
Ni: Oh, miren quiénes están aquí. Las amigas celosas de Aquino
Dijo con desdén, sin soltarlo.
Meica, normalmente tranquila, dio un paso adelante, su cara llena de indignación.
Mei: Sabemos lo que hiciste, Nimu. Aquino no quiere nada contigo. Déjalo en paz
Dijo, su voz firme.
Mictia y Lin también se adelantaron, listas para intervenir si era necesario. La atmósfera estaba cargada de tensión, y Aquino, aprovechando la distracción, logró zafarse del agarre de Nimu.
Aq: ¡No quiero nada que ver contigo, Nimu!
Dijo Aquino, su voz firme.
Aq: No vuelvas a tocarme.
Nimu se cruzó de brazos, mirando a las chicas con una mezcla de arrogancia y resentimiento.
Ni: Ustedes no entienden. Aquino y yo tenemos historia. Él me necesita
Dijo, pero su voz carecía de la convicción habitual.
Rakkun dio un paso adelante, sus ojos llameando con determinación.
Rak: Aquino no te necesita. Tiene amigos que lo apoyan y lo cuidan. Tú no eres bienvenida aquí
Dijo, su tono definitivo.
Nimu, viendo que había perdido, levantó las manos en un gesto de rendición fingida.
Ni: Muy bien, me iré. Pero esto no ha terminado, Aquino
Dijo antes de alejarse, su figura desapareciendo entre los pasillos del instituto.
Las chicas se acercaron a Aquino, preocupadas.
Rak: ¿Estás bien?
Preguntó Rakkun, tocándole suavemente el brazo.
Aq: Sí, estoy bien. Gracias por llegar a tiempo
Dijo Aquino, suspirando.
Aq: No sé qué habría hecho sin ustedes.
Meica sonrió, aunque todavía se veía algo preocupada.
Mei: Siempre estaremos aquí para ti, Aquino. No dejaremos que alguien como Nimu te haga daño.
Mictia asintió, su expresión seria.
Mic: Tienes un gran grupo de amigos, Aquino. No dejes que alguien como Nimu te haga olvidar eso.
Lin, aunque normalmente tímida, también habló.
Lin: Sí, Aquino. No estás solo. Siempre puedes contar con nosotros.
Aquino sonrió, sintiendo una cálida sensación de gratitud hacia sus amigos.
Aq: Gracias, chicas. Realmente aprecio tenerlos en mi vida.
El grupo se dirigió a la biblioteca, el incidente con Nimu todavía fresco en sus mentes, pero sabiendo que juntos podían enfrentar cualquier desafío. Aquino sentía que, a pesar de los problemas, tenía un apoyo inquebrantable en sus amigos, y eso le daba la fuerza para seguir adelante.
--------------------------------------
Mi Duxo Reacción:
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
