la llegada de una castaña

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El Instituto Central bullía de actividad mientras los estudiantes se preparaban para un nuevo día de clases. Aquino estaba hablando con Rakkun, Duxo y Soaring en el patio cuando una voz familiar resonó a través del bullicio.

???:¡Aquino!

Aquino se dio la vuelta, su rostro iluminándose al ver a una chica con una gran sonrisa corriendo hacia él. Llevaba una sudadera púrpura con orejas de gato en la capucha, y sus ojos brillaban con alegría.

 Llevaba una sudadera púrpura con orejas de gato en la capucha, y sus ojos brillaban con alegría

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Aq: ¡Mictia!

Exclamó Aquino, abriendo los brazos para recibirla en un cálido abrazo.

Aq: ¿Qué haces aquí?

Mic: Me he transferido a tu escuela

Dijo Mictia con entusiasmo, aún abrazándolo.

Mic: No podía soportar estar lejos de mi mejor amigo.

Rakkun, Duxo y Soaring observaron la escena con una mezcla de curiosidad y preocupación. La forma en que Mictia se aferraba a Aquino no pasó desapercibida, especialmente para Rakkun y Meica, quienes se sintieron inmediatamente incómodas.

Rak: ¿Y quién es esta?

Preguntó Rakkun, tratando de sonar casual.

Aq: Chicos, esta es Mictia, mi mejor amiga desde que éramos niños

Dijo Aquino, presentándola con una sonrisa.

Aq: Mictia, estos son Rakkun, Duxo y Soaring.

Mictia saludó con una amplia sonrisa, pero su atención rápidamente volvió a Aquino.

Mic: He extrañado tanto pasar tiempo contigo, Aquino

Dijo, sin soltarlo.

Mic: Tenemos tanto de qué ponernos al día.

Aq: Claro, Mictia. ¿Qué tal si nos vemos después de clases?

Sugirió Aquino, notando la incomodidad en los rostros de sus amigos.

Mic: ¡Perfecto!

Respondió Mictia, finalmente soltándolo.

Mic: No puedo esperar.

Las clases pasaron rápidamente, pero la presencia de Mictia era un constante recordatorio para Rakkun y Meica. Ambas se sentían incómodas con la cercanía de Mictia a Aquino, aunque ninguna de ellas podía señalar exactamente por qué.

Después de clases, Aquino y Mictia se dirigieron al parque cercano para ponerse al día. Se sentaron en un banco bajo la sombra de un gran árbol, recordando viejos tiempos y riéndose de anécdotas pasadas.

Mic: Recuerdo cuando solíamos jugar a la casa del árbol en tu jardín

Dijo Mictia, riendo.

Mic: Siempre eras el héroe que me rescataba de los dragones imaginarios.

Aq: Sí, y tú siempre insistías en que los dragones necesitaban abrazos en lugar de espadas

Respondió Aquino, riendo también.

Mientras tanto, Rakkun y Meica observaban desde una distancia prudente, sin poder evitar sentir una punzada de celos. La forma en que Mictia y Aquino se entendían tan bien les hacía sentir fuera de lugar.

Mei: No puedo creer lo pegajosa que es con Aquino

Murmuró Meica, cruzando los brazos.

Rak: Sí, parece que no tiene límites

Agregó Rakkun, frunciendo el ceño.

Rak: Pero no podemos hacer nada al respecto. Solo podemos esperar que Aquino se dé cuenta.

A la mañana siguiente, en la cafetería, Mictia se unió al grupo de Aquino para el desayuno. Su llegada no pasó desapercibida para Nenevt y Lin, quienes también notaron la cercanía de Mictia con Aquino.

Ne: ¿Quién es esta nueva chica?

Preguntó Nenevt en voz baja, mirando a Mictia con desconfianza.

Rak: Es Mictia, la mejor amiga de Aquino

Respondió Rakkun, con una nota de irritación en su voz.

Rak: Y parece que no va a dejarnos en paz.

Durante el desayuno, Mictia seguía siendo el centro de atención. Su risa contagiosa y su habilidad para contar historias mantenían a todos entretenidos, pero también causaban algunos malentendidos. En un momento, Mictia comentó algo sobre cómo Aquino siempre sabía cómo "hacerla feliz", lo que hizo que todos levantaran una ceja.

Mei: ¿Qué quieres decir con eso?

Preguntó Meica, tratando de no sonar acusadora.

Mic: Oh, solo que Aquino siempre sabe cómo animarme cuando estoy triste

Respondió Mictia con una sonrisa inocente.

Mic: Es un verdadero amigo.

Rakkun intercambió una mirada con Meica, ambas sintiendo una creciente frustración. No podían evitar sentir que Mictia estaba invadiendo un espacio que consideraban suyo.

Más tarde, durante la clase de educación física, Aquino y Mictia fueron emparejados para una actividad en parejas. Mientras practicaban, Mictia tropezó y cayó, llevándose a Aquino con ella. Ambos terminaron en el suelo, riendo.

Aq: ¡Eres tan torpe como siempre, Mictia!

Dijo Aquino, ayudándola a levantarse.

Mic: Solo quería estar más cerca de ti

Respondió Mictia, sin darse cuenta del doble sentido de sus palabras.

Rakkun y Meica, que también estaban en la clase, sintieron cómo sus corazones se hundían. La cercanía y la complicidad entre Aquino y Mictia eran evidentes, y eso las hacía sentir inseguras.

Al final del día, Aquino se despidió de Mictia en la entrada de la escuela, prometiendo reunirse de nuevo al día siguiente. Mientras caminaba hacia su casa, no podía dejar de pensar en lo mucho que había cambiado todo con la llegada de Mictia.

Rakkun, observando desde la distancia, sintió una mezcla de celos y determinación. Sabía que no podía dejar que Mictia se interpusiera entre ella y Aquino. Decidió que tendría que hablar con Aquino y dejar claras sus preocupaciones.

Esa noche, mientras Aquino reflexionaba sobre el día, se dio cuenta de que tendría que encontrar una manera de equilibrar su amistad con Mictia y sus relaciones con los demás. La llegada de Mictia había traído consigo no solo recuerdos felices, sino también una serie de nuevos desafíos que tendría que enfrentar.

El camino por delante sería complicado, pero Aquino estaba decidido a manejar la situación con cuidado y consideración, sabiendo que las emociones de sus amigos y su propia felicidad estaban en juego.

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Si supiera que quiero volver contigo

Me arrepiento de todo lo que hice...

Atte: Nimu

No puede ser, esto se pone tenso

conflictos escolares: Los Problemas De Aquino god Donde viven las historias. Descúbrelo ahora