Capítulo IV - Visita inesperada

13 3 1
                                    

Celia estaba observando a Faris mientras que Felis tomaba mucha precaución ante la situación.

—Faris, no te preocupes, realmente solo he venido para examinar tus ojos, traje mi material especial para eso. No va a pasarte nada malo.

—¿Está bien para ti si acepto, Blark?

—Claro, no te preocupes al respecto.

—Deténganse un momento —interrumpió Felis—, ese no puede ser Blark, y si lo es, jamás habría permitido que nada de esto pasara.

—No sé de qué hablas, señor gato —dijo Celia.

—¿Qué capacidad sobrenatural está detrás de esto?

Faris comenzaba a creer que la situación era extraña, así que tomó precaución.

—No tengo tiempo para hablar con un gato. Faris, ¿preferirías llevarme a otra habitación donde no nos distraigan?

—Claro...

Celia y Faris fueron a otra habitación impidiendo el paso a Felis cerrando la puerta y Blark no hizo nada para seguirlas.

—¡Blark! ¿Qué está pasando? ¿Por qué no vas a hacer nada?

—No voy a decírtelo, no te preocupes por Faris, no es necesario que hagas nada para cuidarla —dijo con una sonrisa.

—Definitivamente estás mal de la cabeza, sea lo que sea que te hayan hecho me va a tocar a mí encargarme de esto; ¡qué pereza! Encárgate de abrir la puerta por mí para alcanzar a Faris, no puedo llegar a las perillas.

—No voy a hacer eso por el momento, ¿por qué no te quedas aquí un rato?

—¡Qué inconvenio! No puedo hacer nada...

Pasamos al plano donde se encuentran Celia y Faris.

—Sé que Celia está planeando algo más allá de lo natural —pensó Faris—. Blark nunca hubiera permitido esto con tanta tranquilidad.

—¿No viniste acompañada de ese muchacho multifacético?

—¿Te refieres a mi amigo? No, solo he venido yo —contestó mientras miraba de cerca los ojos de Faris.

—No es necesario que finjas, sé que Blark está bajo algún tipo de efecto sobrenatural, eso explicaría el porqué permitió todo esto en primer lugar.

—Puedo contarte, claro, pero entonces le dirías a Blark, ¿así se llama, Blark? Bueno, simplemente no me puedo confiar.

—Si me cuentas todo, a cambio te dejaré sacarme un ojo para que te lo quedes, realmente te obsesionan. Puedo detectar si mientes, así que solo sé sincera y cumpliré lo que dije.

Realmente Faris no puede detectar mentiras, pero necesitaba presionar a Celia de alguna forma.

—Incluso prometo no llegar a decir nada, si lo hiciera no sabría de lo que serías capaz de hacerme para vengarte.

Celia tenía dificultades para disimular la emoción que le generaba la idea de Faris, inmediatamente aceptó el trato. Se le dificultaba creer el hecho de que una niña tan joven fuera tan cínica con un tema tan importante como su propia salud.

—Bien, ya que nadie nos está escuchando, sí vine acompañada de ese muchacho. Su identidad actual era , es una chica con una habilidad muy rara.

—¿Qué clase de capacidades tiene? ¿Control mental?

—No. Cuando Teatry besa los labios de alguien, ese alguien se verá bajo un efecto que le obliga a hacer cualquier cosa contraria a lo que realmente quiere hacer durante una hora. Mi hipótesis al respecto es que la habilidad afecta la corteza prefrontal del cerebro, más específicamente en su porción orbitofrontal y ventromedial; esa zona es la principal encargada en la toma de decisiones, pero necesito más estudios para afirmarlo. Teatry ni siquiera necesita estar cerca. Por más que Blark en realidad quiera detener todo esto, es imposible ya que hará todo lo contrario; se han afectado sus acciones, su habla y hasta su lenguaje no verbal. ¿Es suficiente información para ti? No puedo esperar para tener tu ojo, ¿me dejas elegir cuál de los dos quiero?

FarisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora