Capítulo IX - Nueva capacidad sobrenatural

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Eda ya había enfurecido para este punto, el golpe que había recibido en su rostro, lejos de haberla intimidado, solo la alentaba a acabar con Blark de una vez mientras pudiese. Sacó un cuchillo de su cartera con el cual iba a matarlo, pero Blark conseguía bloquearla con su bastón. La pelea continuaba intensificándose todavía más con cada segundo y Blark se vio obligado a escapar debido a que Eda era muy peligrosa con su cuchillo. Salió corriendo al interior de su casa con mucha dificultad debido a la patada que recibió en el abdomen y aunque Eda trató de seguirlo, lo perdió en los pasillos del interior.

—¿Cómo es que hay tantas puertas aquí? Algo claramente no está bien con esta casa, era muy pequeña desde afuera.

Eda se detuvo a caminar y pasó por tantas puertas que ya no recordaba el camino de regreso a la sala principal.

—Esta casa da algo de miedo, debería de encontrar el camino para regresar, pero todo se vuelve confuso debido a la cantidad de puertas en todas las paredes.

Mientras tanto, Alma y Celia se encontraban en un espacio raro que no parecía real. Era como un vacío donde no existía nada, pero ambas permanecían sobre una superficie reducida.

—¡¡Alma!! ¿Qué es todo esto?

Celia estaba aterrada por la situación en la que estaba, Alma permanecía sentada de rodillas siendo rodeada por un campo de flores amarillas con pétalos redondos, el cual había aparecido desde la nada.

—No lo sé realmente, pero he estado aquí varias veces.

—¿Será posible...? No puede estar pasando, ¿también tienes una capacidad sobrenatural?

Celia miraba alrededor sin lograr acostumbrarse al entorno, pasaron unos segundos en silencio en un intento de asimilar lo que sucedía.

—Alma, necesito que me saques de este lugar ahora mismo.

—Si hago eso, irás tras mi amiga. No puedo permitir que intenten lastimarla.

—No te lo estoy preguntando, Alma. Sácame de aquí.

Celia comenzó a acercarse a Alma para obligarla, pero en ese instante apareció una pared de cristal entre Alma y Celia bloqueando su paso.

—¡Alma, quita esta maldita pared!

—¡No voy a permitir que lastimen a Faris! Esto no está bien... —dijo entre lágrimas.

—Esto no es bueno —pensaba Celia—. No tengo idea de qué hace su habilidad y ahora mismo estoy en peligro por el simple hecho de permanecer bajo su efecto. ¿Ha tenido esta habilidad todo este tiempo y nunca lo llegó a mencionar? Ahora que lo pienso, podría ser algo hereditario. En ese caso, estas habilidades tienen que ver con el ADN y se transfiere de alguna forma a los hijos. No hay mucho que pueda analizar sin antes hacer un estudio al respecto.

—¿Qué quieres que haga? Nada de lo que planeo hacer con esa niña te involucra en lo absoluto.

—No estás en posición de reclamar nada, tu única salida ahora es asegurarte de que todo esto acabe y dejen a Faris en paz.

Para este punto Celia ya estaba enfurecida y se sentía incapaz de hacer nada para convencer a Alma.

—No hay manera de convencerla si está bajo el efecto de la habilidad de Kido —analizó Celia para sí misma—, seguirá defendiendo a Faris porque es su amiga incondicional, todo esto fue una mala idea en un principio.

Celia acomodó sus lentes con su dedo para tranquilizarse y tomar la decisión.

—Alma, prometo dejar a Faris tranquila, ya no tienes que preocuparte por eso. También me aseguraré de detener a Eda, ya puedes tener garantizado que Faris estará a salvo. Ahora, por favor, sácanos de este lugar tan espeluznante.

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