Capítulo VI - Tarde de juegos

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Faris y Alma jugaron juntas por un buen rato, las habitaciones en las que accedían eran unas que Faris no había conocido antes y les resultaba interesantes por el hecho de que cómo no pudo antes explorar más con tal de no aburrirse. Pensaba que si tan solo Blark no hubiera hecho su vida toda una monotonía, nunca habría pasado nada de lo que ha pasado hasta ahora en el exterior, pero lo cierto era que no se arrepentía del todo; incluso si Faris no era tan sociable, la compañía de Alma le resultaba reconfortante ya que ahora tenía alguien con quien simplemente estar y ser ella de la manera que quisiera, ya que sin importar lo que pase o haga; sea bueno o malo, Alma seguirá siendo su amiga incondicional por estar bajo la capacidad sobrenatural de Kido.

—Blark, ¿está bien si vamos a la habitación de juegos? —preguntó Faris al aire—. Me sé el camino de memoria desde aquí.

—¿A quién le hablas? —preguntó Alma con genuina curiosidad—. Tu padre no puede escucharte desde aquí.

—No sé tu respuesta, pero ya sabrás que iremos de todas formas, así que cualquier cosa nos encuentras allá.

—¿A dónde quieres ir?

—Vamos, quiero que conozcas a unos amigos.

—¿Amigos?

Faris no evitaba pensar que acaba de sonar como Blark al decir eso, lo cual le resultaba extraño pero no le tomó importancia. Ambas llegaron a la habitación de Luni y Tuns cuya puerta de entrada era pequeña. Ambas figuras dieron la bienvenida a Faris y Alma cuando entraron.

—¿Qué son esas cosas, Faris?

—Son amigos, no te preocupes.

—Bueno, yo confío en ti como amiga. Pero no entiendo qué son exactamente. Parecen humanos pero en lugar de cabezas son una luna y un triángulo.

—Bueno, no esperábamos que nos llegaras a traer a otra niña —dijo Luni a Faris—. Pero no tenemos problema con eso, si ella es una amiga tuya, la consideraremos bienvenida.

—¡Qué divertido! Mucho gusto, soy Tuns, y él es mi querido Luni. ¿Cómo te llamas?

—Me llamo Alma, Faris y yo somos mejores amigas. Ustedes son muy peculiares, pero parecen agradables.

—¡Le agradamos a la niña!

—Sí bueno, ¿Por qué motivo nos visitan? ¿Quieren jugar a algo?

—Supongo que sí —contestó Faris—, ustedes son entretenidos y siempre saben qué hacer, Alma me visitó por sorpresa y no tenía ninguna preparación sobre lo que haríamos. Así que la traje con ustedes.

—Está bien, vamos a jugar algo juntos.

Una vez que aclararon el contexto, comenzaron a jugar juntos y Faris aprovechaba para analizar la habitación. Habían varios detalles coloridos, pero en una esquina encontró una caja de cartón gris no tan grande y le dio curiosidad saber lo que contenía, ya que contrastaba demasiado con los demás coloridos elementos en la habitación. Así que fue por la caja mientras que los demás estaban distraídos en sus juegos y al abrirla, sacó de su interior un reloj de arena metálico de tamaño similar a un balón; cuya arena en su interior era bloqueada en el centro por una tabla removible, y dentro de la caja también encontró un libro.

—Faris, eso que tienes ahí es un poco peligroso —le dijo Luni una vez que se percató de lo que hacía Faris.

—Se supone que Blark nos deja guardar eso para que esté a salvo —volteó a ver Tuns—, es importante que bajo ninguna circunstancia lo toques, ¿está bien?

—Está bien —dijo Faris dejando el reloj en el suelo—, ¿pero qué se supone que es esto? Y no me digan que un reloj de arena porque eso es obvio.

FarisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora