Rainstar congregó a todo el Clan del Río bajo la Peña Mojada. La mayoría de los miembros ya estaban despiertos o sentados en el claro, atentos a lo que diría su líder. 

   -Continuaremos buscando a Ashkit. En las patrullas fronterizas, si ven a una patrulla de otro clan pregunten sobre él, pero recuerden, no acusen a ninguno de ellos, no sabemos realmente todo lo que ha pasado -pausó por unos momentos, sus verdes ojos enfocados en la entrada a la guarida de los curanderos-. Flowerfur, ven y explícate, por favor.

   -¿A qué te refieres? ¿Qué hay que explicar? -el de parches marrones se acercó al líder.

   -Di lo que tengas que decir -enseñó sus colmillos con agresividad, amenazándolo aún más cuando desenvainó sus garras y las intentó hundir en la roca en la que estaba-. ¡Deberías haber estado acá! ¡Ashkit desapareció cuando tú te fuiste! ¡Explica! -Rainstar se puso en frente del curandero al saltar de la Peña Mojada y aterrizar con precisión, gruñendo en su oído.

   -No tengo la culpa de eso... Ya lo he explicado; escuché de su desaparición y la de Brownfeather y fui a buscarles. Ellos me podrían haber necesitado.

  -¡Spotspaw te necesitaba! Sigue inconsciente, y no sabemos si despertará. Lo temo demasiado... ¡Es tu culpa! -el líder fue a lanzarse contra él pero se contuvo-. Sé cómo lo tratabas. ¿Poniendo tus problemas encima de tu propio aprendiz? ¡Patético!

   -¿Pasarlos a los demás? ¡¿Cuándo he hecho eso?! Lo único que hago es guardar mis sentimientos para no "corromper" a este clan! ¿Y aún así me tratáis de estas maneras? -Flowerfur empezó a sollozar, volviéndose agresivo-. ¡Solo quería que fueras mi hijo, Rainstar! Y me trataron como a un desgraciado que desobedecía al Clan Estelar.

   -Robaste a un crío, probablemente te aliaste con un grupo de proscritos y pícaros, atacaste a Spotspaw y lo abandonaste... ¿Crees que no tengo mis razones? ¿Qué opináis? -alzó una de sus garras, apuntando a todo su clan, esperando gritos de aprobación y un gran revuelo.

   La mayor parte del clan se mantuvo en silencio, pero a la vez sentían temor de que Flowerfur fuera un traicionero. Whitetail fue el único que dijo claramente que quería que fuera exiliado.

   -¡Hijo, no! -Flowerfur suplicó.

   -No soy tu hijo, ¿te enteras? -el grisáceo levantó su pata, apoyando sus afiladas garras en la piel del cuello del curandero, aunque no clavándolas-. Nunca me llames de esa forma, traidor. ¡Fuera de aquí!

   -Rainstar, no tenemos pruebas. Él es un gran curandero. ¿Por qué no lo sería? -Brownfeather se colocó entre ambos. Waterfur coincidió con ella con un movimiento de su cabeza, al que Gingerpelt se sumó más tarde.

   -De acuerdo -Flowerfur apretó los dientes, refunfuñando-. Lo prometo... Nunca más ayudaré al Clan del Río, menos aún al Clan Estelar. ¡Ojalá sean convertidos en comida para los cuervos! -ignoró a todos los gatos que negaban la idea de Rainstar, su cola siendo lo último en desaparecer entre los arbustos.

   Empezó a nevar una vez más, recubriendo el suelo de una capa más gruesa de esta. Los gatos se miraban los unos a los otros con incertidumbre de que pasaría tras el exilio de Flowerfur. Ya todos iban regresando a sus nidos a resguardarse del frío, también cansados por la asamblea.

   Featherpelt acurrucó a sus hijos contra su vientre, dándoles calor. Whitetail entró a la maternidad a verla, posando su hocico en cada una de sus crías.

   -Saldré en una patrulla de caza -el de pelaje negro comentó, moviendo la punta blanca de su cola con impaciencia-. El clan necesita comida, y nuestros hijos también.

☆Los Gatos Guerreros: Una Unión Estelar 2//Pasos Ambiciosos☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora