Sus pensamientos lo atormentaron, llevándolo a continuar su sueño en forma de recuerdos mientras intentaba salir del campamento.

   ... (Hace 3 lunas, Bosque Oscuro)

    -¡Nunca seré suficiente! -el pequeño anaranjado desenvainó sus uñas y las enterró en el suelo.

    Quería escapar del Clan Estelar cuanto antes, de sus mentiras, de sus traiciones y de sus falsas promesas. Las voces le atormentaban y le seguían a dónde fuera, sin dejarle un respiro para poner su mente en calma. Corría y corría sin cesar, buscando una escapatoria, pero le resultaba imposible. Se detuvo, jadeando, en una pequeña brecha que dividía dos lugares totalmente distintos: el Clan Estelar, con cielos azules y estelares; y una extensión con un aire rojizo y tétricos árboles sin hojas.

    Miró a sus alrededores, observando sus posibilidades. Si iba por un lateral, no tendría que saltar la ancha brecha. Si no atravesaba esa frontera cuanto antes posible, sería consumido por las voces.

    Se decidió, agachando sus patas traseras para impulsarse y atravesarla por el aire con un largo salto. El vacío se cernía debajo de él, dándole un escalofrío. Pensaba que iba a caer en el otro lado, con algunos rasguños y lleno de suciedad pero eso no le importaría en lo más mínimo en ese momento; pero notó que sus patas le fallaron y se quedaron cortas.

    Se aferró al borde del precipicio, sus uñas clavadas profundamente en la superficie. Con miedo, miró hacia atrás y vio que esas presencias estelares no le podrían perseguir más. El problema era: un paso en falso y podría morir en ese lugar... y en la vida real...

    Apoyó sus patas traseras en un par de pequeños salientes, intentando aferrarse bien para llegar arriba. Su pata trasera derecha se resbaló en uno de los salientes, haciendo que cayera hacia atrás. Luchó por mantenerse aferrado, pero sus patas delanteras se desestabilizaron y pronto estaban en el aire, sin nada a lo que agarrarse. Cerró sus ojos, imaginándose el destino que iba a correr.

    Notó como algo peludo tiraba de sus patas delanteras, y cuando lo habían subido, notó dientes clavados en su pescuezo con cuidado. Él yacía al lado opuesto al Clan Estelar, con una gran figura felina mirándole fijamente.

    -¿Se habrá muerto del susto? -susurró, tocando el costado del gato de ojos verdes nublosos con su pata repetidamente-. Hoooolaaaa -prolongó su llamado-. ¿Hay alguien ahí?

     -¿Eh? -saltó hacia atrás del susto, su pelaje se erizó en menos de un segundo-. ¿Qué ha pasado? -le bufó a la gata que le miraba.

   -¡Cuidado, no te vayas a volver a caer! -se acercó, atrayéndolo a ella con su cola y alejándolo del barranco.

    -¿Quién eres?

    -Encantada, soy Sandheart -alzó su cola de nuevo, esperando la respuesta del anaranjado.

    -Encantado... -dijo no tan seguro, dando una sacudida de colas.

    -¿Cómo te llamas?

    -Erm, soy Orangekit, miembro del Clan del Río. ¿En dónde se supone que estoy? ¿Es este el lugar llamado el Bosque Oscuro, el mismo de las historias de los veteranos? ¿Tú me salvaste?

   -Una por una -suspiró-. Pues exactamente, esto es lo opuesto al Clan Estelar, el magnífico Bosque Oscuro. Y sí, te salvé de aquella mortal caída.

   -Muchas gracias -contestó tímidamente y se hizo un paso hacia atrás.

   -Estabas huyendo de algo o alguien, ¿o me equivoco?

    -De esas presencias que te susurran voces. ¿Alguna vez las has escuchado?

   -Ahora que lo pienso, creo que sí. Pero eso ahora no importa, ya pasó. Entiendo tu frustración y tus más profundos temores, y solo te quiero ayudar.

☆Los Gatos Guerreros: Una Unión Estelar 2//Pasos Ambiciosos☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora