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Dos semanas para el juicio.

Jisung llevaba dos semanas corriendo de un lado a otro, tratando de organizarlo como correspondía. Fue una batalla.

Primero, debió contactar con el médico forense encargado de los exámenes. Consultar una hora con el Dr. Min fue todo un problema. El hombre parecía estar demasiado ocupado, y eso los lleva a la situación actual.

Ambos estaban sentados en el despacho del profesional. Jisung lo seguía con la mirada, y el pálido parecía estar demasiado tranquilo. Aquellos ojos gatunos examinaban las imágenes, algunos exámenes y, claro, la invitación al tribunal.

– Por favor, Dr. Min —Jisung tenía sus manos entrelazadas sobre sus piernas, viendo al hombre de bata blanca levantar su mirada de los papeles y, por primera vez, mirarlo—. Necesitamos su testimonio para el juicio, usted es el profesional después de todo...

– Sabe que poseo una agenda demasiado apretada, joven Han —mencionó con calma, mirando al peliazul frente suyo.

– Lo sé, lo sé, pero si no tenemos pruebas concretas, pueden indagar más a fondo. Pensarán que las fotos están manipuladas —volvió a pedir, elevando sus manos, las cuales juntó frente a su rostro—. Por favor... Su presencia en el estrado es importante.

El hombre suspiró. Jisung lo vio tomar el teléfono de la sala y, luego de apretar un botón, habló.

– Jimin —saludó con el nombre de su secretario—, ¿tengo algo pendiente dentro de dos semanas?

– Por lo que puedo ver en su itinerario, Dr. Min, tal parece que la cirugía que debía realizar se pospuso una semana más.

– Bien... Siendo ese el caso, joven Han, puede contar con mi presencia el día del juicio.

Jisung sintió que su cuerpo se relajaba cuando escuchó aquello, lo suficiente como para hacerlo suspirar.

– Espero que ese día acudan con todas las pruebas necesarias. Veré si puedo conseguir los exámenes que delatan el traumatismo interno.

– Pero... —Jisung se recompuso—. Nosotros ya lo tenemos...

– Lo que ustedes tienen en su poder no es más que el decreto de las heridas —corrigió—. Nosotros poseemos el examen completo y las radiografías que llevamos a cabo aquel día.

– Oh... —el chico pareció avergonzado. Yoongi, por el otro lado del escritorio, tanteó los ojos con una sonrisa medianamente burlona—. Claro... Tiene sentido.

– Si me disculpa, debo terminar varias cosas.

– ¡Oh! Sí, claro —Jisung se levantó rápidamente, haciendo una reverencia hacia el hombre, quien lo acompañó hasta la puerta de la oficina—. Agradezco que podamos contar con usted, Dr. Min.

Pudo ver cómo el pálido solo asentía un poco y luego le acompañó hasta afuera. Jisung emprendió su viaje hacia su segundo destino mientras tecleaba un par de cosas en su celular antes de guardarlo y seguir con su camino.

Caminó alrededor de veinte minutos hasta llegar a la estación de policía. Se adentró con cautela, mirando alrededor hasta que sus ojos localizaron a la recepcionista.

Una suave sonrisita se asomó en sus labios antes de caminar hasta el mesón y llamar la atención de la chica, emitiendo un suave carraspeo.

La joven arregló sus anteojos antes de levantar su mirada de la computadora.

– ¿Se le ofrece algo? —interrogó con interés.

– Tengo una hora para hablar con el detective Choi —respondió rápidamente, mostrándole el documento que afirmaban sus palabras.

𝘽𝙤𝙮𝙛𝙧𝙞𝙚𝙣𝙙 •||• 𝘏𝘢𝘯𝘒𝘯𝘰𝘸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora