solo para aclarar que está historia tendrá algunos saltos en el tiempo, para propósitos de la historia, por eso estoy poniendo las fechas, sin más que decir, disfruten de su lectura.
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Julio, 2024
Mientras Charles miraba a la ventana miles de recuerdos venían a su mente, ver los lujosos barrios de Madrid pasar le recordaban tanto a su hogar, Mónaco.
Él había vivido en España casi la mitad de su vida, pero muy a menudo recordaba su niñez en Mónaco, una niñez tan noble y libre.
Todo se había complicado cuando Arthur, su hermano, había enfermado de una falla multiorgánica. Recuerda ver cada vez menos a sus padres y aunque el entendía, la verdad era que se sentía como un huérfano en busca de calor, en busca de un hogar que le pudiera dar la atención que un niño de 12 años necesitaba; Y justo así Reyes llegó a su vida.
Reyes de Sainz, la mejor amiga de su madre había estado de visita en Mónaco con su familia durante unos días por negocios y al enterarse del estado de Arthur no dudó en visitar a Pascale preguntando por el pequeño Charles también.
El corazón de Reyes se estrujó al no tener respuesta de Pascale más que un simple "no lo sé, lo dejé en casa hace unos días" y ordenó a Carlos, su esposo, ir inmediatamente a la casa de los Leclerc en busca de Charles.
Charles recuerda estar viendo televisión mientras comía su comida de los últimos cinco días, cereal. El ya conocía a la familia Sainz, más que eso, los estimaba muchísimo, sobre todo a un miembro en particular.
Charles salió de sus pensamientos y desvío su mirada del camino para ver la imponente figura de Carlos, observó su barbilla marcada y la forma en la que su mandíbula se apretaba, lo que sabía era un indicativo de que estaba muy centrado en sus pensamientos. ¿Que tenía Carlos dentro de su mente?
Para contestar esa pregunta tenemos que viajar al pasado, recuerdos que a Carlos le mantenían vivo y que se adentraban en su mente mientras veía la carretera al manejar.
Los Sainz se habían mudado a Mónaco durante los años noventa y como vecinos y amigos de los Leclerc pasaban todo el tiempo con ellos. Carlos y Charles se conocían desde pequeños, e incluso compartían una foto en la que el madrileño de 4 años abrazaba a un pequeño Leclerc de dos años una navidad; después de que la empresa Sainz diera frutos en Madrid decidieron regresar a su tierra natal, dejando una amistad atrás y separando a los dos pequeños mejores amigos, ahora de 10 y 8 años.
Es por eso que cuando vió a Charles mirarle de nuevo, con esos ojos verdes que le encantaban, fue la primera vez que Carlos se dió cuenta que su corazón daba un vuelco cada vez que los ojos de Charles se encontraban con los suyos.
La sonrisa de Charles era la más bella que había conocido, más aún cuando era Carlos quien la provocaba. Lo amaba, lo sabía desde los 14 años y lo había visto quedarse dormido en su hombro camino al aeropuerto.