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Septiembre, 2024
Habían pasado unos cuantos días desde aquel beso, un momento compartido que se repetía en la mente de ambos constantemente; incluso el monegasco había batallado para ver a esos hermosos ojos chocolate a la mañana siguiente.
Más allá de poder entablar una conversación al respecto, los roces entre sus labios se sentían tan naturales y correctos que sin darse cuenta habían empezado a hacerlo como una rutina. Besos pequeños de despedida, de buenas noches y en momentos meramente cotidianos empezaban a ser parte de sus vidas poco a poco.
Charles se encontraba leyendo su libro matutino mientras esperaba que Carlos terminara de alistarse, hoy tendría un viaje importante a Barcelona para cerrar unos contratos con su padre y llegaría muy tarde a Madrid.
Charles sintió que sus ojos dolían un poco y se dió cuenta que no llevaba sus lentes de lectura, así que decidió subir a su habitación para buscarlos, sin embargo justo antes de llegar escuchó un quejido en el baño por lo que se acercó a tocar la puerta.
⸺¿Carlos? ¿Está todo bien?⸺
⸺Sí, lo siento, me corté al afeitarme⸺ En ese momento la puerta se abría dejando ver a Carlos con una toalla en la cintura, con pequeñas gotas de agua aún recorriendo su torso, sostenía su barbilla con una mano frotando su mejilla donde se encontraba la pequeña herida y simplemente era la imagen mas gloriosa que el monegasco habia presenciado.
Carlos le sonrió y paso de largo a su habitación para poder cambiarse y el ojiverde solo podía sentir que sus mejillas ardían en un carmín que podría admirar a kilómetros. Charles tomó la perilla del baño y se encerró ahí para poder respirar un poco. Su pecho se sentía agitado y de pronto sintió algo dentro de sus pantalones, oh no, tenía una erección.
Charles se miró al espejo terriblemente avergonzado por su reacción fisiológica, si bien, no habia podido liberar ninguna tensión del tipo sexual desde hacía varias semanas, tampoco se sentía en necesidad de hacerlo, pero en este momento que maldita suerte tenía de tener a un hombre tan sexy viviendo con el, dándole besos cuando él quisiera y... oh dios, definitivamente debía dejar de pensar en eso o su erección no bajaría en mucho tiempo.
Deseaba a Carlos, lo tenía muy en claro... pero apenas habían comenzado está rara mezcla de relación y no podía mandarlo todo a la mierda por una calentura, parecía un adolescente y necesitaba controlarse.
⸺¿Charles? ¿Ahora estás bien tú?⸺ Escucha por fuera y rápidamente lava su cara con agua fría y se asegura de que todo esté bien en sus pantalones de pijama.
Sale del baño para encontrarse con Carlos, ahora elegantemente vestido ⸺Sí, sí, lo siento, estaba pensando si ducharme ahora mismo⸺ Carlos asiente tomando camino hacia las escaleras y Charles lo sigue rápidamente.
⸺Prometo no regresar tan tarde, espero estar aquí máximo a las once⸺
⸺Oh, está bien, te esperaré⸺ Charles toma su plato con un poco de fruta y toma asiento en el comedor.
