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Narra Elios.

–No hagas eso.–Dije un poco enojado.

–¿Hacer que?

–Taparte la boca, no es necesario, eres hermosa y eres mía.

–Es algo que no puedo evitar–dijo en voz baja–Y no soy tuya.

Oh cariño mio, si eres mía, aunque lo niegues pero tengo miedo de lastimarte y que me tengas más miedo del que ya me tienes.

–¿Porque lo haces?–Aunque yo ya sabía el porqué lo hacía.

Ella se quedó callada.

–Contesta Adala.–Exiji, amo su voz.

–Es solo que no puedo evitarlo, ya es costumbre, solo es porque pienso que me ensucio.–si claro.

La verdad es que ella cuando era más pequeña tenia un problema, muslos gruesos, caderas anchas, cara recóndita y pechos grandes, unos precioso defectos, bueno para ella, que para mi esos "defectos" eran algo que me ponían, aunque a ella no le gustará.

Ella apenas tenía 15 años y empezó a ejercitarse, obtuvo su precioso cuerpo, pechos grandes, cintura pequeña, caderas normales, muslos normales. Extraño sus muslos, lo quería apretar y pero en ese entonces ella tenía solo 15 años, me tuve que contener.

Ella tapa su boca porque cuando ella era "Gorda" le hacían bullyng, sus compañeros e incluso su padre la hizo sentir mal, por eso ella lloraba, a Adara no le importaba lo que decían sus compañeros, a ella le afectaba lo que le decía su padre, aunque decía amarla solo la hizo sentirse menos.

Por eso lo haré pagar, por cada lagrima que le hizo derramar, nadie la amara como yo lo hago, nadie la protegerá como yo lo haré, si la vuelven a lastimar haré sufrir al responsable de eso.

–Adara, no ocultes tu rostro de mi, ¿entendiste?

Ella asintió.

–Palabras.

–si entendí.–Dijo destacándose la boca.

–Termina de comer y luego podrás ir a nuestra habitación, puedes leer, escuchar música y ver televisión.–Le explique.

–De acuerdo.–siguió comiendo.

Yo segui comiendo y luego terminamos de comer, nos levantamos y ella iba a recoger los platos.

–No hagas eso amor.

–Debo hacerlo.

–Eres mi mujer, la reina de la mafia, no debes ensiciar tus manos limpiando, mejor cuidalas para mi.

Ella pareció inquietarse, le quiere dar un ataque de ansiedad.

–Aunque por mucho que dices que soy tu "mujer" no soy nada tuyo sin esos papeles que firmo mi padre, solo somos algo por un papel.

–No digas eso, Adara, aunque solo sea un papel yo te amo.

–NO ME IMPORTA.

Su voz demostraba que ya le estaba entrando la ansiedad.

–Tranquila, no quieres que me vuelva el malo.

Ella hagarro los platos y se los quizo llevar a la cocina pero la detuve de su brazo.

–Ya te dije que no.
–Y yo no te hice caso.
–Adara

Ella me miro desafiante.

–Por más que estemos "casados" no somos nada, no tenemos nada, yo no te amo y nunca lo haré–golpe bajo.

–Adara, ¡nunca digas eso!–Le grite.

Ella se sorprendió y sus ojitos se llenaron de lagrimas, no se si de enojo o de tristeza o miedo.

–No me grites.

–No me retes y ya deja esos platos, para eso tenemos a los sirvientes.

–Quiero hacerlo y lo haré.

–No

–Si y palabra final.

Me arte. Le quite los platos de sus manos y los deje en la mesa, me hagache y la hagarre de sus piernas y la subí en mi hombro, ella grito y empece a caminar con ella hasta llegar a nuestra habitación. Que bonito sonó.

–¡Bajame, pedazo de–antes de que ella terminara su frase la aventé a la cama y sus palabras se convirtieron en un quejido por la sorpresa. Me puse arriba de ella inmovilizandola.

–Eres la dueña de todo esto, la reina de la mafia y mi mujer, mi dueña y mi ama, me tienes a tus putos pies, Adara. Ámame, eso es lo único que te pido.

Ella miró hacia arriba aguantandose las ganas de llorar.

–Dejame, déjame déjame ¡DEJAME!

Su grito me hizo reaccionar y me baje de ella y ella se reincorporó en la cama y me miró con sus ojos que demostraban su enojo, ira, miedo, tristeza y eso solo me éxito...

Narra Adara.

Estoy furiosa, tengo miedo al máximo.

–Solo te pido que no me vuelvas a tocar.

–Me sigues pidiendo cosas imposibles amor, te puedo comprar todo y darte todos tus caprichos, pero no me impidas tocarte.

–Pues fíjate que no, no me tocaras, si tanto me amas no me hagas esto.

–¡No trates de manipularme!–Con esas palabras, salió de la habitacion enojado como un niño chiquito.

¿Pero que?...

Bueno, no cambiere que se vaya, que bueno, casi festejo por eso pero entonces haría ruido y el salvaje regresaría.

–Es tan bipolar...

Mire la hora las 6 pm muy temprano aun, camine a una esquina donde había un sillon y me sente en el, hagarre un libro y lo leí pero me dio el bloqueo del lector y solo me perdí entre las letras.

El enojado, me dio un golpe, mis lágrimas bajando, me viola, me desgarra por dentro, me deja sola, me trata mal...

Sacudí mi cabeza borrando eso y vi la hora, las 7:40.

Esto no me gusta, malditos escenarios ficticios, tome el libro y suspire, lo puse donde lo encontré y camine a la cama, me asegure de que el no entrara y me acoste, solo me quede ahí pensando que sería de mi familia.

Narra Sebastian...

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¡Holaaaa! Porfavor voten.

(No es por nada pero, comenten, hablen de los personajes, critiquen, nose, pero me siento sola y siento que esta historia está más muerta que el grupo de chat de mi escuela)

Vannicelli's obsession Donde viven las historias. Descúbrelo ahora