𝐃𝐈𝐍𝐀𝐒𝐓𝐘
; Nadie podía salvarla de la oscuridad y el caos en el cual había caído tras su matrimonio con Viserys Targaryen.
Pero haría lo posible para salvar a los que ama y sobretodo su deber de mantener de pie el linaje Targaryen.
UNA LUNA. Era el tiempo que había transcurrido después de aquella noche que marco el comienzo de la vida matrimonial de la joven Reina y Viserys Targaryen.
El reino estaba en guerra en los Peldaños de Piedra. En el campo de batalla se encontraba Daemon Targaryen , aquel hombre que conoció Lyra en su festejo.
Por otro lado. La joven reina estaba llevando una relación amistosa con la princesa al igual que su relación con su esposo, la cual la estaba sobrellevando como una amistad fuera del ámbito amoroso pero aún hacía el rey seguía pidiendo su compañía ciertas noches.
— Puede que su padre la necesite — excusó Lyra a la Hightower para no preocupar a la Targaryen.
Alicent Hightower, la joven hija de la mano se encontraba desapareciendo sucesivamente desde hace algunas días. Cosa que preocupaba a Rhaenyra, quien acudió a Lyra para charlar.
— Se que lo dices para no afligirme — sonrió la princesa con burla. — pero se que me está ocultando algo y créeme que lo descubriré.
— Es solo una joven que tiene que cumplir sus deberes Rhaenyra — suspiró la mayor por la terquedad de la joven.
— Lo se pero es mi amiga y entre nosotras no deberían de porque haber secretos — recalcó con un leve puchero.
— Rhaenyra, es normal preocuparse pero creo que deberías esperar — explicó uniendo sus cálidas manos.— debes esperar a que ella se abra contigo.
Se encontraban en los inmensos jardines de la fortaleza roja, donde se reunían constantemente bajo el anciano a cada atardecer.
Charlaron hasta que los últimos rayos del sol se hicieron presentes dándose un atardecer anaranjado.
— Creo que es hora de ir a descansar, el astro sol ya se está yendo a dormir — comentó la norteña con un pequeño bostezo.
