𝐃𝐈𝐍𝐀𝐒𝐓𝐘
; Nadie podía salvarla de la oscuridad y el caos en el cual había caído tras su matrimonio con Viserys Targaryen.
Pero haría lo posible para salvar a los que ama y sobretodo su deber de mantener de pie el linaje Targaryen.
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Wolf fury CHAPTER NINE; act one ⊱ ────── {.⋅ ✯ ⋅.} ────── ⊰
QUIEN LO DIRIA. Apenas llegar el príncipe canalla un escándalo ya había tomado el control de cada noble y sirviente que habita en la fortaleza roja.
Las fuentes fueron absolutamente secretas pero se decía que ciertos Targaryen fueron vistos entrando a un burdel acompañados de la reina norteña.
La soberana en lo alto de sus aposentos se encontraba ardiendo de cólera ante las fuertes acusaciones en su contra. Aunque la joven fue informada de quien fue el encargado de esparcir tales idioteces.
— Delia, necesito que cuides de Maerion — la regente se encontraba arreglando su vestido para acercarse a la puerta. — no salgan de aquí hasta arreglar esto, no quiero que mi sol se vea involucrado en esto.
La puerta fue cerrada dejando a la doncella con el joven príncipe. Los pasillos eran susurros ante la presencia de la norteña pero la joven no se detuvo y siguió en dirección al Torreón de Maegor con el mentón erguido.
— Su majestad, la reina Lyra — las puertas fueron abiertas dejándose ver a un sorprendido Otto Hightower.
El silencio fue palpable en la habitación, la joven tenía una respiración fuerte y los puños apretados.
— Mi reina — el hombre hipócritamente se inclinó demostrando respeto. — no esperaba su visita, no después de lo ocu-
El sonido chocante del contacto de la suave mano de la soberana con la cara arrugada del hombre fue lo que sonó primero que aquellas palabras que se desvanecieron en el aire.
— ¿ No crees que he tenido suficiente de tus juegos ? — escupió con enojo.
El hombre tocaba su mejilla con los ojos apunto de salir de sus cuencas.
— No entiendo a que se refiere majestad — aquello fue la gota que derramó el vaso para la joven reina.
— Crees que no se quien fue el causante de esparcir aquel rumor por el cual estoy siendo acusada —
— Ya veo — su rostro de dolor se tornó en una mueca burlesca. — pensé que el niño no hablaría.
La joven miró al hombre con furia que era evidente en sus claros orbes. Se respiraba un ambiente tenso en aquel Torreón.
— He escuchado que los del norte son unos salvajes pero ahora lo comprobado — cada palabra golpeaba a la soberana. — lo único bueno son sus putas, le preguntaré al idiota de Daemon si es verdad.
La joven observó que atrás del hombre se encontraba el hierro que utilizaban para remover los restos de cenizas. El jadeo del hombre retumbó en las paredes con fuerzas, la castaña lo apuntaba con el caliente metal.
— Quiero que me oigas muy bien, porque no lo volveré a repetir — pequeñas gotas de saliva caían con fuerza sobre las mejillas del Hightower. — Has despertado al lobo con tus estupideces, y créeme que rezarás cada noche para despertar al día siguiente. Seguiré tus pasos de cerca, jugaré contigo a mi antojo y cuando menos lo esperes... acabaré con tu miserable vida
Aquellas palabras provocaron fuertes escalofríos en el cuerpo del hombre acorralado cual ciervo esperando la muerte. "La agradable" conversación terminó con un nervioso Otto Hightower y Lyra Stark caminaba rápidamente los pasillos tratando de aliviar su enojo.
Los pasillos se sentían fríos ante el calor que emanaba la joven, camino con elegancia hasta los jardines pero encontró a la Hightower y a su hijastra discutiendo.
— ¿ interrumpo ? — interrumpió con voz firme ante las caras de las "amigas" — Alicent, me gustaría hablar con Rhaneyra
Ambas reinas se miraron con detenimiento para que la más joven bufara para retirarse.
— Debes ser cuidadosa Rhaenyra — advirtió ante los ojos rojos que presentaba la peli blanca. — debes ser fuerte, no debes mostrarte de esa fo-
— Se lo qué pasó entre Daemon y tú — la Targaryen no permitió que la soberana terminara para soltar aquellas palabras.
Lyra miró con arrepentimiento a la heredera, tomó de su brazo delicadamente para atraerla a un árbol lejano.
— Yo no se como pasó — hablo rápidamente ante la mirada sobre ella. — Después de dejarte en tu aposentos.. nuestro caminos se cruzaron y una cosa llevo a la otra.
— No me debes explicaciones — el tono tranquilizador que uso la princesa controlo la situación. — debemos olvidar esto y no hablar sobre aquello o lo del burdel.
Ambas juntaron sus meñiques ante pactar aquella promesa con astucia. Quien lo iba a decir que la joven reina estuviera mintiendo sobre su victimización ante la situación.
Solo el tiempo dirá lo que sucedió o lo que pronto sucederá. Los dioses tenían una gran sorpresa para el reino y la norteña.
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Holaaaaa!, perdón por tardarme demasiado en la actualizar pero les prometo que él estaré más presente.
Pase por un pequeño bloqueo pero ya se me pasó
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